Aceptando las diferencias étnicas
Servir a diferentes congregaciones étnicas en una sola iglesia puede desencadenar conflictos y rivalidades que obstaculizan el mensaje del evangelio. Sin embargo, eso no es un problema en el Centro Cristiano de Salt Lake (SLCC por sus siglas en inglés) en la capital del estado de Utah.
El pastor principal R. Ray Smith, de 64 años, y su esposa, Cathi, triunfan mediante el liderazgo de servicio y respetando las diferencias étnicas.
"El Espíritu Santo ayuda a unificar todo," subraya Cathi, de 62 años, la pastora internacional de la iglesia.
Los Smiths se unieron a SLCC en el 2006. La iglesia se fusionó con una nueva iglesia plantada que ahora se llamaCentro Cristiano Nuevo Destino. Sólo tres grupos étnicos se reunían en el SLCC cuando ellos llegaron.
En la actualidad, el SLCC nutre 12 congregaciones internacionales (butanesa/nepalí, etíope, filipina, liberiana, navajo, china, de Myanmar, samoana/sudanesa, marshalesa e hispanos) que representan a más de 20 grupos lingüísticos. Estas congregaciones representan el 78 por ciento de los 650 feligreses que asisten regularmente a los servicios de los sábados y domingos.
Salt Lake City resplandece como una puerta de bienvenida para los inmigrantes y refugiados,especialmente durante la última década. No es de extrañar que el 26 por ciento de los 200,000 residentes de Salt Lake hablen otro idioma que el inglés.
Binod Lohoni, de 32 años, dirige la congregación de 90 miembros Butaneses/Nepaleses, mientras sigue trabajando como chef en un restaurante Indio-Nepalés. Nacido en Bután, en el Himalaya oriental, huyó con su familia a un campamento de refugiados en Nepal a la edad de 3 años. El caos político en Bután provocó su huida.
A los 14 años, una extraña enfermedad arrasó con su cuerpo, confundiendo a los expertos médicos. Después de 21 días en cuidados intensivos, el hospital le dio de alta para morir en casa. Un sacerdote hindú profetizó la muerte de Lohoni en los próximos 13 días. Desesperados en busca de ayuda, su devota familia hindú le permitió a un pastor cristiano orar por él. La rápida recuperación de Lohoni impulsó su conversión al cristianismo.
"Supe que Jesús me había curado," dice, "Y creí que Jesucristo es verdaderamente Dios."
Cuando confesó su nueva fe a sus padres y comenzó a asistir a una iglesia cristiana, su padre quemó su Biblia y lo golpeó. Eventualmente, Lohoni huyó de su casa y se mudó con un anciano de la iglesia por nueve meses, durmiendo en el piso de la cocina.
Concedido el estatus de refugiado, llegó a Salt Lake City en el 2010. Poco después, abrió un estudio bíblico nepalés en su apartamento con seis personas. El grupo se expandió a habitaciones más grandes, pero necesitaba más espacio. Lohoni se relacionó con Ray y Cathi Smith, quienes les ofrecieron a la naciente congregación un espacio gratuito.
"Es muy hermoso aquí," dice Lohoni. "Todos somos hijos e hijas de Dios."
Desde el principio, los Smiths se asociaron con los grupos étnicos y tuvieron que aprender sobre las distintas y diferentes culturas representadas por cada uno de ellos.
La pareja también tuvo que reconciliar a los miembros de la congregación de habla inglesa que pastoreaban y que parecían preocupados por el creciente número de asistentes de minorías étnicas. Los prejuicios latentes surgieron cuando el dinámico equipo de adoración samoano ministró durante algunos domingos en el servicio en inglés. Sin embargo, el Espíritu Santo cambió los corazones. Durante la última década, los equipos de habla inglesa y los samoanos han cantado juntos.
Ray Smith admite que también se enfrenta a sus propios prejuicios. Dice que la forma en que los evangélicos hablan a veces es ofensiva para los pastores refugiados.
"A veces proyectamos un actitud condescendiente de 'sabemos lo que es mejor'", dice Smith. "Dios tuvo que tratar conmigo, que no somos nosotros los que bendecimos a nuestras congregaciones étnicas, sino que ellas nos bendicen a nosotros."
Además, durante las reuniones estatales y regionales, se puede pedir a los grupos étnicos que ofrezcan bailes y programas culturales, pero rara vez se pide a los líderes que prediquen.
Incluso las congregaciones étnicas de SLCC deben confrontar sus diferencias culturales. Por ejemplo, el pastor brasileño abraza a todos, pero muchos pastores asiáticos evitan las muestras de afecto públicamente.
Smith recuerda una escena emotiva en el vestíbulo de la iglesia. El pastor brasileño se inclinó ante el pastor chino. En lugar de devolver el saludo con una reverencia, el pastor chino lo agarró con un fuerte abrazo.
"Fue un momento poderoso y una gran declaración para los demás," dice Smith.
Junto con su esposo, Raymond, Irene Kemem pastorea la congregación de las Islas Marshall. Comenzaron ministrando a tres familias de la pequeña nación del Pacífico, y el grupo de SLCC ha crecido a más de 100 adherentes. Durante los últimos siete años, los Kemems también han plantado 21 iglesias en 10 estados.
"Nuestros miembros marshaleses de la primera generación se sentían incómodos adorando con otros grupos lingüísticos," recuerda Irene Kemem, de 54 años. "Pero hoy somos uno a través de la sangre de Jesús, y estamos más vivos juntos."
Los líderes étnicos tienen reuniones mensuales de oración. Además, las diversas congregaciones se reúnen para servicios internacionales combinados en el campus principal de SLCCL varias veces al año. Han sobrepasado el límite de los 500 asientos en el santuario principal, se sientan con las piernas cruzadas en el suelo y se esparcen por los pasillos y el vestíbulo.
Durante la Pascua, los Smiths dirigen el musicalMaster Mender Passion Play, un evento evangelístico público lanzado en 1982. Cada congregación de una minoría étnica proporciona actores, cantantes, bailarines o personal de apoyo. La obra proyecta la personalidad de la iglesia como un hermoso mosaico que combina diferentes colores e idiomas.
"No me gustaría ser pastor de ninguna otra manera," dice Ray Smith. "No merezco estar en la misma habitación con mis hermanos y hermanas que han pagado el precio de una persecución intensa."