Coronavirus: Cuatro Maneras Para Orar
El Coronavirus (COVID-19) ha estado dominando los titulares en las recientes semanas. Algunos han sido sensacionalistas en sus reportes; otros informan con precaución medida. Sin duda, este virus está afectando a decenas de miles de personas en todo el mundo.
Pido a nuestra familia de las Asambleas de Dios unirse conmigo en oración en estas áreas específicas este fin de semana:
1. Oremos que seamos guiados por la fe y no el temor.
Las Asambleas de Dios de los Estados Unidos es parte de una familia global de las Asambleas de Dios. En los días recientes hemos visto como Italia particularmente ha sido impactada por el coronavirus. Me anime al ver cómo las Asambleas de Dios en Italia escogieron alentar a sus miembros a confiar en la fuerza y el poder de la Palabra de Dios pidiéndoles que oren conforme Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
2. Oremos por las personas que han sido impactados en gran manera.
Creemos que Dios tiene el poder para sanar toda dolencia y enfermedad Oremos que Su poder sanador sea manifestado en todas las naciones de la tierra que están enfrentando esta crisis en sus propios vecindarios, comunidades y familias.Oremos por los científicos e investigadores que sean dirigidos por El Espíritu Santo en su búsqueda de proveer tratamientos y vacunas.
3.Oremos por nuestra familia misionera y colaboradores global.
Los miembros de nuestra familia de las Asambleas de Dios frecuentemente viajan por todo el mundo en respuesta al Evangelio. Pidamos la protección de Dios sobre ellos manteniéndolos fortalecidos, saludables y eficaz en el lugar donde Dios los ha llamado a estar. Oremos que Dios sea glorificado por medio de la respuesta de las iglesias de las AD y colaboradores mundialmente.
4. Oremos por la esperanza, la Esperanza Bienaventurada de Cristo.
Creemos en Jesús como Salvador, Sanador, Bautizador en el Espíritu, y el Rey que Pronto ha de Venir. Mientras estamos orando por sanidad, no perdamos de vista que nuestra esperanza no está en un avance médico o los métodos efectivos de este mundo. Nuestra esperanza está en Cristo y la Esperanza Bienaventurada de su eminente venida. Desastres como estos deberían recordarnos de nuestra esperanza eterna en Cristo y despertarnos a la necesidad de compartir Su esperanza con quienes nos rodean.