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Esta semana en la historia de las AD -- 21 de octubre de 1951

La pasión de Cordas Burnett por ver a los jóvenes fundados en cuatro "piedras" teológicas fundamentales, ayudó a preparar a los jóvenes pentecostales con respuestas a las preguntas de su edad.
Cordas C. Burnett (1917-1975) sirvió a las Asambleas de Dios como evangelista y pastor; sin embargo, se le recuerda sobre todo por su pasión por la educación de los ministros y constituyentes del movimiento.

Después de graduarse de la escuela secundaria en Granite City, Illinois, Burnett sintió que necesitaba más educación para servir a Dios y a su iglesia. Empezó a predicar cuando aún estaba en la escuela secundaria y sirvió como pastor en Carrollton, Illinois, con sólo 18 años. Sabiendo que sus habilidades necesitaban ser perfeccionadas, se inscribió en el Instituto Bíblico Central (CBI) en Springfield, Missouri, en 1936 y solicitó su ordenación en el Distrito de Illinois de las Asambleas de Dios en 1937.

Después de completar un año en el CBI, Burnett regresó al pastorado en Illinois y tomó clases en la Universidad Notre Dame en South Bend, Indiana, completando finalmente su licenciatura cum laude en la Universidad DePaul en Chicago. Más tarde hizo un trabajo de graduación en la Universidad de Washington en St. Louis.

Mientras pastoreaba en Chicago, Burnett recibió una invitación para volver al CBI en 1948 como instructor y más tarde como vicepresidente de 1954 a 1958. En 1959, fue nombrado secretario de educación para las Asambleas de Dios. Cuando el cargo de presidente en el Colegio Bíblico Betania de Santa Cruz se abrió, Burnett y su esposa, Dorothy, recibieron el llamado para mudarse a California.

Junto con su trabajo en el pastorado y las instituciones educativas, Burnett también sirvió al movimiento evangélico más grande en posiciones de liderazgo influyentes, incluyendo 25 años como secretario de campo de la Sociedad Bíblica Americana y 17 años como presidente de la convención de la Asociación Nacional de Evangélicos.

Cuando las Asambleas de Dios crearon su primera institución posgrado, la Escuela Postgrado de las Asambleas de Dios (ahora Seminario Teológico de las Asambleas de Dios) en Springfield, Missouri, el presbiterio ejecutivo pidió a Burnett en 1972 que regresara a Springfield para proporcionar liderazgo para la nueva escuela como vicepresidente ejecutivo. Brindó una influencia guia a este trabajo hasta su muerte en 1975 a los 58 años.

En 1951, durante su mandato como instructor en el CBI, Burnett se dirigió al Concilio General celebrado en Atlanta, Georgia. Compartió su preocupación de que los jóvenes pentecostales, en sus actividades académicas, se enfrentaban a preguntas derivadas del modernismo teológico, incluyendo el criticismo superior, liberalismo teológico y neo-ortodoxia. Su discurso, titulado "Cuatro fundamentos de nuestra fe," fue publicado en la edición del 21 de octubre de 1951 en el Evangelio Pentecostal. Burnett le dijo a los líderes de las Asambleas de Dios que "los jóvenes han salido de nuestras asambleas para asistir a algunas instituciones de aprendizaje más elevado y han vuelto asombrados e inciertos en dónde se encuentran y lo que creen. Debemos tener una respuesta para ellos."

Burnett propuso que la respuesta que necesitaban estos estudiantes se encontraba "en una fe pentecostal viva que, sostenida por cuatro tremendas piedras fundamentales, se mantiene en pie esta noche para que todos la vean." Un vibrante testimonio pentecostal, afirmó, proporciona una alternativa al ateísmo, al liberalismo teológico y a la neo-ortodoxia, que prevalecían en las escuelas de formación teológica a través de los escritos de pensadores como Bertrand Russell, Reinhold Niebuhr y Julian Huxley.

Abordando los predicadores, pastores y educadores de las Asambleas de Dios, Burnett insistió en que los jóvenes pentecostales debían basarse con argumentos sólidos en estas cuatro áreas: la inviolabilidad del alma humana (el hombre es más que una combinación física de químicos y que la muerte no es el fin de la vida); la infalibilidad de la Biblia (una negativa a hacer de la Biblia un simple fetiche, pero a defenderla razonablemente como la regla autoritaria de fe y conducta); la irrefutabilidad de la deidad de Cristo (la racionabilidad lógica de la afirmación de Jesús a su divinidad); y la incontestabilidad de Su resurrección (una defensa de la resurrección literal del cuerpo de Cristo). Burnett creía que las iglesias pentecostales debían enseñar estos cuatro puntos a sus estudiantes para prepararlos con una respuesta a las preguntas de la época.

El compromiso de Burnett con estos fundamentos teológicos llevó al superintendente general Thomas F. Zimmerman a decir, al morir Burnett, que “a través de sus esfuerzos se han hecho muchos pasos importantes de avance, tanto innovadores como sustanciales para satisfacer las necesidades educativas de los muchos ministros que han asistido a las instituciones educativas de las Asambleas de Dios."

Hoy su nombre se conmemora en el Seminario Teológico de las Asambleas de Dios a través del Centro Cordas C. Burnett para la Predicación Bíblica y la Biblioteca Burnett, que proporciona más de 130,000 recursos académicos para sus estudiantes.

Lea el discurso de C. C. Burnett, "Cuatro fundamentos para nuestra fe", en la página 3 de la edición del 21 de octubre de 1951 del Evangelio Pentecostal.

También aparecen en esta edición:

- "Haciendo verdaderos discípulos" por Robert W. Cummings
- "Miles – luego doce" por Donald Gee
- "¿Ha sido el avivamiento cubano un 'avivamiento hinchado'?" por James W. Nicholson

¡Y muchos más!

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Las ediciones archivadas del Evangelio Pentecostal son cortesía del Centro de Herencia Pentecostal Flower.