Volviendo lentamente
La primera de dos partes.
El área más golpeada por el COVID-19 en las Asambleas de Dios es el Distrito Hispano del Este, donde siete ministros han muerto por complicaciones relacionadas al nuevo coronavirus.
El Superintendente del Distrito Hispano del Este, Manny A. Álvarez Sr. se recuperó después de estar enfermo por dos semanas a finales de marzo y principios de abril.
"Cualquiera de nosotros podría haber estado bajo tierra con este virus," dice Álvarez, de 61 años. "Hemos perdido a muchos soldados, pero no hemos perdido la guerra."
Álvarez se recuperó en casa y sospecha que los antibióticos que aún estaban en su sistema por un brote de bronquitis anterior pudieron haber ayudado en su recuperación. Aún así, sufrió de escalofríos, fiebre, dolor de estómago y ataques de ansiedad que nunca antes había experimentado. Perdió 17 libras durante esta prueba.
"El virus debilitó todo mi cuerpo, incluso mis huesos," dice Álvarez. "Me sentía cansado gran parte del día." A pesar de ello, para la Semana Santa, Álvarez se sintió lo suficientemente bien para grabar un alentador mensaje ministerial en video por Facebook.
Sin embargo, desde que llegó la pandemia, casi todas las funciones del distrito han sido canceladas, desde las actividades del campamento hasta la convención distrital. A través del correo postal, los ministros del distrito aprobaron resoluciones para extender el mandato del equipo de liderazgo ejecutivo, los presbíteros y los líderes departamentales.
"Hemos tenido que encontrar una forma diferente de dirigir", dice Álvarez, que ha sido superintendente de distrito durante siete años. "Los seminarios y los institutos bíblicos no te preparan para liderar una pandemia".
La comunicación virtual está de moda en el distrito y sus 498 iglesias, con muchas reuniones a través de Zoom y Facebook. El distrito, con sede en Old Tappan, Nueva Jersey, se extiende desde Maine a Tennessee y abarca 16 estados más Washington, D.C. Todos los viajes y eventos han sido cancelados al menos hasta septiembre. La oficina del distrito ha estado abierta diariamente desde el 15 de junio, con el personal reportándose a la oficina dos veces por semana y trabajando a distancia desde su casa los otros tres días.
En algún momento, Álvarez dice que el 99 por ciento de las iglesias de las AD del distrito cerraron debido a órdenes del gobierno. El superintendente distrital está exhortando a los pastores a seguir las directrices antes de la reapertura, que incluye el mantener la distancia entre los congregantes y el uso de mascarillas.
"No somos ángeles, aún debemos tomar precauciones," dice Álvarez. "Eso no es una falta de fe. La gente debe recordar que puede enfermarse por el contacto cercano, y a nuestra gente le encanta abrazar y besar."
Siete ministros del distrito han muerto, incluyendo cinco que servían como pastores:
— César B. Cruz, 43, Iglesia Cristiana El Redentor, Jamaica, Nueva York
— Arturo Requeno, 73, Iglesia Cristiana Segunda Siloe, Yonkers, Nueva York
— Antonio Espino, 47, Iglesia Cristiana Restauración, Ardsley, Nueva York
— Mauricio J. Tapia, 64, Segunda Iglesia Pentecostal, East Windsor, New Jersey
— Fernando Gómez, 73, Genesis Asamblea de Dios, Westbury, New York
Álvarez dice que las congregaciones se están llevando a cabo virtualmente, con cónyuges, pastores interinos y presbíteros de distrito que se encargan de las tareas de predicación.
Además de las muertes de los pastores, la ministra retirada Norma Jackson, de 80 años, sucumbió en un asilo de ancianos de Nueva York, mientras que la ministra certificada Milca A. Hernández, de 55 años, cuyo esposo David Hernández es pastor de la Asamblea de Dios Hispana en Long Branch, Nueva Jersey, también murió a causa del coronavirus.
Algunos ministros del distrito siguen luchando con el COVID-19, pero Álvarez informa que dos pastores de largo servicio ministerial han salido de hospitalizaciones prolongadas.
David Mercado, pastor del Tabernáculo de Coney Island en Nueva York durante 49 años, sigue rehabilitándose más de 100 días después de haberse infectado de la enfermedad. Pasó 88 días hospitalizado, parte de ellos en coma, con pulmones colapsados y riñones fallidos.
Rafael Olavarria, pastor de la Iglesia Misionera en Brooklyn, Nueva York, por 37 años, también se está recuperando después de 77 días de hospitalización.
"Pasará algún tiempo antes de que nos recuperemos completamente," dice Álvarez. "Espero que nunca haya una crisis peor que esta."
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