Cambio de reglas de compromiso
Las habituales reglas de compromiso no funcionaban.
Matthew y Michelle Coleman habían orado por años sobre el inicio de un programa de alcance del Centro de Ensueño en la ciudad natal de Michelle en Asheville, Carolina del Norte. Sintieron la confirmación del Señor para empezar en enero del 2020 — justo antes de que llegara el COVID-19.
La gente pronto se metió adentro, pero pocos tenían interés en interactuar con extraños. Entonces, los Coleman reunieron a algunos voluntarios, compraron sándwiches en Subway y fueron al centro de Asheville para conocer a la gente que vivía en las calles, tratando de encontrar un punto de conexión.
Ahí es cuando conocieron a la señorita Ana, una mujer que había estado sin hogar por siete años. Acababa de recibir un lugar para vivir en un complejo de apartamentos de bajos ingresos e invitó a los Coleman a visitarla. Allí se enteraron que tenía una bolsa para dormir en el suelo y casi nada.
“Le preguntamos si podíamos ayudarla a conseguir una cama y algunas otras cosas," dice Michelle. “Juntamos dinero de los voluntarios y fuimos a comprarle una cama y necesidades básicas para su hogar. Cuando regresamos con los artículos, solo lloró."
Las puertas empezaron a abrirse lentamente con más ofertas, más donaciones — y más camas.
El cumplimiento de un sueño empezó a tomar forma.
UN FUNDAMENTO DE FE
La primera incursión de Matthew en el ministerio de alcance llegó en el 2002, a través de un programa de mentores de baloncesto juvenil en el Gimnasio del Señor en Roseville, California. Esa experiencia lo llevó a comenzar a prepararse a través de la Universidad Global hacia una vida ministerial.
Mientras tanto, Michelle completó su maestría en mercadotecnia y, en el 2010, conoció a Matthew mientras ambos trabajaban con el Centro de Ensueño en Los Ángeles. La pareja se casó en el 2012, se mudó a Sacramento, y durante los próximos años trabajó con el pastor Greg Fairrington en el desarrollo de ministerios de alcance en la Iglesia Destino, una congregación suburbana de las AD en Rocklin.
En el 2018, los Coleman se mudaron a Asheville. Ambos ocuparon cargos en la Asociación Evangelistica de Billy Graham, con sede en las cercanías de Charlotte, mientras trabajaban para alcanzar su sueño.
Gracias a la señorita Anne, conocieron a Deborah, una madre soltera con una hija con necesidades especiales, que vivía en una de las comunidades más pobres de Asheville llamada Hillcrest. Deborah se sintió abrumada tratando de cuidar a su hija mientras mantenía un trabajo y confrontaba otros desafíos de su vida. El alivio llegó a través de un equipo de voluntarios armados con suministros de limpieza, cobertores nuevos para cama y una remodelación para la habitación de su hija.
A medida que crecían las oportunidades, también aumentaba el número de voluntarios. Pronto, cuatro iglesias locales se involucraron en el incipiente programa Adopte-una-cuadra del Centro de Ensueño de Asheville.
Uno de los mayores avances fue conocer a Fred Hurst, el gerente de las instalaciones de Hillcrest. Había crecido en el vecindario y, como muchos antes que él, se había metido en problemas a una edad temprana. Fred cumplió 28 años de prisión antes de regresar al antiguo vecindario donde aún vive su madre.
“Muchos de los inquilinos se encuentran en situaciones desesperadas,” dice Hurst quien regresó al Señor mientras estaba en prisión. "Trato de conocer a cada uno de ellos. Comparto mi historia, les cuento sobre Matt y Michelle, y les pido orar con ellos."
A través de Hurst, el equipo conoció a madres solteras y abuelas que han acogido a sus nietos durante la pandemia. Estas mujeres luchaban al llevar a sus hijos en ropa sucia en un autobús a una lavandería de autoservicio mientras se enfrentaban al aprendizaje virtual.
Al ver esto, los Coleman aprovecharon otra oportunidad única de participación y comenzaron a proporcionar lavadoras y secadoras para las mamás.
Después de un año, el Centro de Ensueño de Asheville ahora está asociado con cuatro organizaciones locales sin fines de lucro, 28 iglesias han ofrecido ayuda financiera o han proporcionado ayuda voluntaria. Un promedio de 65 voluntarios se presentan cada dos sábados.
Hasta ahora, estos voluntarios han entregado más de 60,000 libras de alimentos y desde julio han proporcionado 18 lavadoras y secadoras, así como 19 camas, principalmente para niños que tienen pocas comodidades en el hogar.
TRABAJANDO HACIA EL SUEÑO
“Dios me envió dos ángeles cuando Matt y Michelle entraron en mi vida,” dice Hurst, ahora un miembro apasionado del Equipo de Liderazgo del Centro de Ensueño. "Mi caminar con el Señor ha crecido este año pasado gracias a Matt quien me está enseñando a leer y realmente comprender la Biblia.
"Lo más importante es que me ha ayudado a ver el panorama general. Un sueño no vendrá necesariamente mañana para ti. Tienes que trabajar para lograrlo todos los días."
El sueño de Matt, 43, y Michelle, 42, de hace tantos años, sigue floreciendo. Están seguros de que pronto el Centro tendrá un edificio al que llamarán sede.
Lo que comenzó con un llamado de Dios ha reescrito las reglas de compromiso para la comunidad de Asheville. A pesar del temor a la pandemia, muchos residentes del vecindario ahora no solo duermen mejor, sino que también experimentan el amor de Dios en sus vidas.
Es más, de este alcance está naciendo una nueva iglesia. Programado para lanzarse en Semana Santa, incluirá un alcance en autobús a los barrios Adopte-una-cuadra.
Los fondos para la plantación de iglesia han sido proporcionados por las Asambleas de Dios de Carolina del Norte, una red de más de 270 iglesias.
Los Coleman también están agradecidos por el apoyo de la Red de Multiplicación de Iglesias y los conocimientos que recibieron a través de un evento de capacitación de lanzamiento al que asistieron en abril pasado.