Nunca le falta oportunidades ministeriales
El pastor de Filadelfia, Richard Smith, continúa sus incansables esfuerzos para ayudar a los oprimidos.
El pastor de las Asambleas de Dios de los barrios pobres y Misionero de los EU Richard A. Smith continúa adaptándose a los tiempos y al cambiante barrio de Filadelfia donde ha ministrado por cuatro décadas. Los afroamericanos ya no son el grupo étnico dominante en la sección de Frankford, que ha visto a un número creciente de hispanos y turcos establecerse allí en los últimos años.Smith es pastor de la Asamblea de Dios Fe en el noreste de la Ciudad del Amor Fraternal. Hoy en día, el barrio recibe el apodo “Ciudad de agujas" debido al frecuente número de usuarios de heroína.
"La gente está literalmente a punto de caerse en la calle, a punto de colapsar y morir," dice Smith, con voz profunda, de 66 años. La epidemia se agravó tanto que Smith tomó lecciones sobre cómo administrar la naloxona, que, cuando se inyecta, puede restablecer la respiración normal a un usuario de opiodes con sobredosis. Este año, Smith salvó las vidas de tres individuos que se desmayaron al frente de la iglesia, y los mantuvo vivos hasta que llegaron los paramédicos.
"La Biblia dice que a los pobres siempre los tendremos, pero eso no se refiere sólo a las finanzas," dice Smith. "Es el pobre de espíritu, que no tiene nada que ver con el dinero, pero tiene que ver con el problema del pecado — donde está su pobreza."
Smith, un misionero de los EU con los Ministerios Interculturales, señala que el abuso de drogas no conoce distinciones étnicas o de clase.
"Los niños privilegiados se mueren," dice Smith.
Ayudar a los drogadictos, alcohólicos, prostitutas y personas sin hogar ha sido una realidad cotidiana para Smith en las partes más difíciles de Filadelfia, incluso cuando todavía era estudiante de la Universidad Valley Forge.
La iglesia opera un programa federal de alimentación luego de clases, aunque las restricciones del COVID-19 significan que los beneficiarios ahora deben recoger los alimentos en la iglesia y llevarlos a casa para cocinar. Hasta 200 personas al día lo hacen, tomando cajas llenas de comestibles que duran tres días. Debido a su papel en el Programa de Cuidado de Alimentos para Niños y Adultos, la Asamblea Fe ha invertido en la compra de un camión tractor de comida refrigerada de 40 pies, 10 congeladores, un montacargas y unidades de almacenamiento para productos enlatados y arroz.
En el pasado no tan lejano, la Asamblea de Dios Fe experimentó vandalismo de las luces exteriores, ventanas rotas y un sistema de sonido robado. Pero Smith dice que dicha destrucción ha terminado en gran medida porque los residentes, incluso los que no lo saben, entienden que la iglesia tiene compasión sobre los pobres.
Smith ha tenido desde hace mucho tiempo un corazón para el oprimido, iniciando una organización llamada Esperanza para Philly, un esfuerzo cooperativo entre las iglesias de la ciudad para ministrar a los residentes que necesitan asistencia de comida, ropa y transporte. Como la organización se formó en colaboración con un alcance del Convoy de Esperanza hace 10 años, John y Gayle Brzozowski, quienes pastorean la no-denominacional Rio de Vida de Filadelfia, conocieron a Smith. El cálido y generoso pastor impresionó inmediatamente a la pareja.
Gayle Brzozowski, a pesar de que tiene 13 años más que Smith, le pidió que la asesorara.
"Le pregunté si podía ser mi padre espiritual y eso es exactamente lo que se ha convertido," dice. "No hay nada que no pudiera hacer por nosotros".
Brzozowski dice que Smith ayudó a la pareja a organizar su iglesia en el igualmente económicamente desafiante barrio de Kensington al nordeste de Filadelfia, después de que se mudaran desde Nueva Jersey. Ella dice que Smith le mostró a ella y a su esposo —quienes son blancos— a cómo relacionarse con los asistentes hispanos y afroamericanos que formaron parte de su congregación.
Y sobre todo, Brzozowski dice, Smith ayudó a su nieta de doce años, que se quedó con ellos ese verano, a superar su lucha contra los problemas familiares. Smith oró con la niña en la cruzada anual de la Iglesia Fe.
"Ella me dijo, Desde que él oró por mí he perdonado a mi padre," recuerda Brzozowski. "Realmente ha tenido un impacto en nuestras vidas." Se ha esforzado por ayudarnos y hace muchas cosas por la comunidad."
Smith señala que Brzozowski ha devuelto el favor. Además de visitar congregantes hospitalizados de la Iglesia Fe, Brzozowski cada semana cuenta la ofrenda de la iglesia y lleva el depósito al banco.