De vuelta al borde
Byron Tye Ellis encontró salvación en Jesús a la edad de 20 años en la Iglesia Comunitaria, una congregación de las Asambleas de Dios en Orange, Texas. Había pasado gran parte de su vida adolescente sometido en las drogas, incluidas las condenas por tres delitos graves: posesión y distribución de metanfetaminas cristalinas, conducir en estado de ebriedad y posesión de cocaína.
En un retiro de hombres a los 21 años de edad, Ellis sintió un llamado al ministerio. Sirvió como líder de grupos pequeños de estudiantes de secundaria en la iglesia, completó cursos en la Universidad Global y obtuvo credenciales ministeriales con los Ministerios del Sur de las AD de Texas.
Luego Ellis se involucró en el lanzamiento de un par de nuevas iglesias, una en Houston, la otra en Nueva York, pero ambos esfuerzos fracasaron. Agotado, Ellis juró que nunca mas se involucraría en el lanzamiento de otra iglesia.
Consideró buscar un puesto en el personal de la iglesia, pero solo había predicado dos sermones en su vida, no exactamente la joya para hacer brillar un currículum. En cambio, encontró un trabajo de mesero en un restaurante en Beaumont, Texas.
Pero mientras trabajaba en la industria alimenticia, Ellis dice que el Señor repetidamente trajo a su camino a adultos jóvenes que lo habían evangelizado durante sus días de drogadicción.
“Me di cuenta de muchas personas que ya no iban a la iglesia porque pensaban que era irrelevante o sentían que habían sido lastimados,” recuerda Ellis. “Dios me dijo que necesitaba alcanzar a las personas que habían renunciado a la iglesia o que simplemente no querían entrar a la iglesia.”
Ellis visitó al presbítero seccional de las Asambleas de Dios Donny K. Flippo. Ellis explicó que se sintió llamado por Dios a predicar a esas personas, pero seguía frustrado y estresado por la idea de volver a entrar en el ministerio. Durante un año, se reunió semanalmente con Flippo.
“Tenía bajas expectativas de mí mismo; solo quería sobrevivir,” recuerda Ellis. “Donny me enseñó a perdonar y recuperar la salud.”
A los 22 años, Ellis se había casado con su esposa Coreana, Ashley Jane, después de que la pareja se conociera en el sitio de redes sociales Myspace. En 2016, ocho años después de casarse, comenzaron la Iglesia Redención, que inicialmente se reunió en un bar de Beaumont. Los padres no querían llevar a sus hijos pequeños a un entorno así. Sin embargo, la iglesia también tuvo otros problemas.
"No teníamos líderes, un proceso de asimilación, el seguimiento a las personas nuevas o ni ningún sistema," dice Ellis, de 36 años. "Pero de alguna manera sobrevivimos."
Ellis luego se conectó con John Jay Wilson, director de operaciones de la Red de Multiplicación de Iglesias (CMN) de las Asambleas de Dios con sede en Springfield, Missouri. Ellis comenzó a asistir a conferencias de CMN, donde recibió capacitación y apoyo. La asistencia de la iglesia comenzó a crecer.
CAOS LLEVA A LA CRISIS
Después de tres años de reuniones en la taberna, la Iglesia Redención obtuvo su propia propiedad y estimo la mudanza en el otoño de 2018. El nuevo edificio necesitaba renovación y Ellis trabajó como contratista general en el proyecto. Por lo general, dedicó de 12 a 15 horas para supervisar la construcción — a pesar de que llevaba responsabilidad del curso como estudiante en línea de la Universidad del Gran Cañón.
Además de un itinerario caótico, la vida en la casa presentaba desafíos. Ashley Jane, embarazada de la segunda hija de la pareja, aún sufría efectos continuos de la depresión posparto después de dar a luz por primera vez.
Con la expectativa de reubicarse, la iglesia perdió su arriendo en el pub. La renovación se retrasó debido a restricciones financieras, lo que retrasó repetidamente la apertura.
Al no poder reunirse en el edificio para los servicios, de un momento a otro Redemption Church no tenía un lugar. La asistencia se redujo de 150 a 40.
"Me sentí un fracasado," recuerda Ellis. "Tarde una noche estaba sentado solo en la iglesia y pensé que podría ser mejor si me fuese. Pude controlar mis pensamientos suicidas."
Con toda la fortaleza que le quedaba, Ellis llamó por teléfono a un amigo de la infancia llamado Travis y desahogó su tentación de suicidarse.
Travis estaba involucrado en una reunión de oración de un grupo pequeño en ese mismo momento. Uno de los participantes transmitió una visión que vio de un demonio en la cima de la casa de Ellis, invocando a otros demonios para destruir la iglesia — y a Ellis.
Mientras la familia Ellis se fue a vivir con parientes, los intercesores de esa iglesia pasaron tres días en la casa intercediendo.
"No creo que haya un demonio detrás de cada arbusto, pero la guerra espiritual es real y puede ser destructiva," dice Ellis. “Algunas cosas solo Dios las puede hacer, pero yo también necesitaba hacer algunos cambios”.
Ellis se dio cuenta de que se había convertido en un trabajador desorganizado y, en el proceso, había descuidado a su esposa e hijas pequeñas, Esther Sun y Ruth Moon. Ahora tiene un horario especifico para las actividades del ministerio y protege su tiempo libre de los Viernes por la tarde y Sábados. También cambio sus límites, reconociendo que su teléfono, computadora y redes sociales manejaban su vida. Ellis comenzó a delegar deberes a los miembros del equipo y líderes con mayor autoridad.
También fue a terapia, una medida que recomienda para otros pastores estresados.
"Debido a que se espera que los pastores ayuden a los demás, es difícil permitir que otros nos ayuden," dice Ellis. "Se supone que somos los expertos." Pero se necesita tener un enfoque para sanar la mente, el cuerpo y el alma. No es simplemente una cuestión de orar más.”
Como parte de su recuperación, Ellis se va a dormir regularmente a las 9 P.M. Temprano cada mañana corre 5 millas y tiene una dieta mejorada con alimentos más saludables. Sus experiencias difíciles han sido útiles, ya que ahora se desempeña como entrenador en los eventos de capacitación de CMN.
La gran inauguración pospuesta ocurrió en febrero de 2019. La asistencia a la iglesia actualmente tiene un promedio de 300 personas.
DISCIPULO DEDICADO
Uno de los amigos de confianza de Ellis hoy en día es el bi-vocacional Trevor Knox, que también ha superado varias tribulaciones.
Knox había roto con Kayla, su novia durante una década, después de que ella comenzara a asistir a Redemption Church.
"Estaba en contra de la idea de un mayor poder," dice Knox. “Pero luego vi un cambio en Kayla, se volvió más disciplinada y cariñosa, — y volvimos a estar juntos.”
Él aceptó de malas ganas ir el día domingo a la Iglesia de Redención, y se sentó en la parte de atrás con los brazos cruzados. Acompañó a Kayla las siguientes cinco semanas, culminando con un llamado al altar.
"Sentí que necesitaba recibir tranquilidad por mi depresión," recuerda Knox, 32. "Al día siguiente mi depresión se levantó y tuve el deseo de leer la Biblia. Comencé a hablar con Dios por primera vez."
Trevor y Kayla se casaron en el 2019. Es parte del personal de la iglesia, donde supervisa a los equipos del ministerio. También es instructor cinturón negro de jiu-jitsu Brasilero. Cuando era un adulto joven, descubrió que el arte marcial proporcionaba dirección para su vida llena de problemas.
"Tuve que crecer demasiado rápido," dice Knox, cuyo padre murió en un accidente automovilístico cuando Trevor tenía 11 años. Aunque como joven adulto viajó por el mundo compitiendo en jiu-jitsu, todavía se sentía vacío hasta que aceptó a Cristo como Salvador en 2018.
"La transparencia y la frescura de Byron me han ayudado," dice Knox."
Foto inferior 1: Byron Ellis (izquierda) y Trevor Knox (centro) se desempeñaron como entrenadores durante una conferencia de la Red de Multiplicación de Iglesias en Enero.
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