Un momento de crisis por un árbol talado produce bendiciones inesperadas

Fue la tormenta perfecta para Taylor Choate, pastor de Harvest Church de Daisetta, y su pequeña pero creciente congregación de Texas, y los resultados de esa «tormenta» parecían ser literalmente aplastantes.

Una de las vecinas de la iglesia quería quitar un gran árbol de su jardín, pero como el servicio de eliminación de árboles es muy caro, pidió a un hombre de mantenimiento que lo hiciera.

«Yo estaba en el centro de Houston el 27 de septiembre para una cita con el médico», dice Choate, «cuando el entrenador de fútbol de la escuela secundaria me llamó y me dijo que un árbol cayó sobre la iglesia».

Choate, quien es un ministro bivocacional, se desempeña como maestro de escuela secundaria entre semana. El dice que la noticia llegó precisamente en el momento menos indicado.

«Nuestra aseguradora nos había dado de baja recientemente,— junto con muchas otras iglesias—, y aún no nos habíamos decidido por una nueva aseguradora» explica. «Y entonces me enteré de que el árbol no sólo había dañado el techo de la iglesia, sino que además había caído sobre nuestras cuatro unidades de aire acondicionado. . . y en Texas, incluso en septiembre, se necesita aire acondicionado».

Choate dice que estaba sintiendo el estrés, y su mente estaba llena de preguntas acerca de lo que esto significaría para la iglesia. . ., pero entonces Dios le habló a través de su esposa, Morgan.

«La llamé y le conté lo que estaba pasando, y ella me dijo exactamente lo que necesitaba escuchar», dice Choate. «Ella me dijo: 'Tenemos que confiar en que esta es la casa de Dios y Él se encargará de ella'. Entonces, eso es lo que hicimos».

. . . y eso es exactamente lo que Él hizo.

Cuando Choate se convirtió en pastor de la Iglesia Harvest en enero de 2022, la congregación estaba formada por dos viudas. En un año, la congregación había aumentado a aproximadamente 25. Hoy en día, la iglesia tiene un promedio de 50 a 55 personas los domingos, sin embargo, la comunidad está asolada por la pobreza.

«El estimado inicial para arreglar el techo y reemplazar las cuatro unidades de aire acondicionado e instalarlas fue de casi $30,000», dice Choate. «También nos enteramos de que la vecina no tenía seguro y el personal de mantenimiento tampoco».

Sin embargo, desde que los Choates comenzaron a ministrar en Harvest Church, han sido intencionales al conectarse con los líderes de la comunidad y hacer todo lo posible para satisfacer las necesidades e invertir en Daisetta, incluida la ayuda para resolver una escasez de agua potable.

«No teníamos $30,000, pero cuando hablé con el reparador, su compañía se ofreció a hacer todas las reparaciones, comprar las unidades de aire acondicionado e instalarlas al costo, lo que bajó el precio a $15,000», dice Choate. «Luego hablé con algunas familias que pensé que podrían ayudar: una familia cubrió el costo del seguro de la iglesia durante un año completo, otra nos dio un préstamo sin intereses para pagar lo que pudiéramos y también recibimos cheques de regalo de varias iglesias, incluidos cheques generosos de Evangel Temple en Springfield, Missouri, y Mercygate en Mont Belvieu, Texas».

A los cinco o seis días de que el árbol dañara el techo de la iglesia y aplastara tres de las cuatro unidades de aire acondicionado sin que se pudieran reparar, todo fue restaurado. La iglesia pudo reunirse cómodamente con aire acondicionado el domingo siguiente y tenían las finanzas preparadas para cubrir todos los costos.

La ciudad también estaba entusiasmada con lo que había sucedido en la Iglesia Harvest y que Choate mantenía a la comunidad actualizada sobre las bendiciones y el progreso a través de las redes sociales. Choate notó que incluso personas que no conocía compartían sus publicaciones con otras personas.

Lo que hizo que el momento de esta «crisis» fuera aún más notable es que las unidades de aire acondicionado estaban en la edad en que necesitarían ser reemplazadas en uno o dos años.

«No habríamos tenido el dinero para reemplazarlas», dice Choates, «pero Dios permitió lo del árbol para que todo fuera posible».

«Creo que Dios mostró a la gente, tanto dentro como fuera de la iglesia, que Él está haciendo algo aquí», continúa Choate. «Él está bendiciendo esta iglesia y les hace saber a la gente que esta iglesia es un buen lugar para sembrar».