Compartiendo la fe a través de Bellas Artes

Para la mayoría de los estudiantes, el verano significa salir de vacaciones, campamentos, retiros y reuniones con amigos. Para muchos estudiantes de las Asambleas de Dios, el verano cobra vida cuando expresan sus dones creativos a través de bellas artes y los comparten en el Festival Nacional de Bellas Artes.

Este año, 10.000 asistentes se reunieron en Columbus, Ohio, del 30 de julio al 4 de agosto, la 60ª reunión anual del festival. Más de 5,000 estudiantes de todo el país, así como de Samoa y Puerto Rico, presentaron sus trabajos ante 125 evaluadores.

Holly Davis, directora de avance, se apresura a decir que el Festival de Bellas Artes no es un espectáculo de talentos. Es una celebración del Creador que inspira creatividad en sus hijos y es rica en sustancia espiritual. Esto se refleja en la misión del festival: ayudar a los estudiantes a descubrir, desarrollar y utilizar su arte para difundir el evangelio.

Davis se aseguró de que el festival brindara muchas oportunidades para el descubrimiento y el desarrollo este año. Los estudiantes, desde el sexto grado hasta la edad universitaria, ingresaron en 108 categorías de bellas artes. La producción musical se agregará como nueva categoría en 2024, lo que permitirá a los estudiantes producir sus propias pistas musicales en casa y presentarlas en el evento nacional.

Este año los estudiantes también asistieron a una variedad de talleres de bellas artes y clases magistrales, impartidos por oradores de alto calibre. Los temas cubrieron desde la preparación y presentación de sermones hasta la composición de canciones, y los impartieron el equipo de adoración de Southeastern University. El cantante Jeff Deyo presentó una clase magistral sobre canto y creación de una auténtica cultura de adoración en el ministerio a los jóvenes. A través de las clases magistrales, los estudiantes pueden ver cómo Dios está usando el arte de estos oradores para su reino y que Él también puede hacer lo mismo a través de ellos.

Davis, de 47 años, está satisfecha con la instrucción en el festival de este año y quiere ampliar las clases magistrales el próximo año, pero enfatiza el enfoque de todo el programa: discipulado, desarrollo y la difusión del evangelio. Bellas artes proporciona un vehículo nuevo para compartir la Palabra.

Ella explica: «Una de las cosas que decimos es 'Mi pincel es mi púlpito. Mi cámara es mi púlpito. Mi guión es mi púlpito.' En otras palabras, lo que estamos tratando de comunicar a nuestros estudiantes es que la predicación del evangelio, aunque puede ser detrás de un púlpito pronunciando un sermón, también puede estar en la categoría de danza de adoración, al coreografiar una danza que explique quién es Dios».

Además del impacto positivo del Festival de Bellas Artes durante los últimos 60 años, estaba destinado a tener más en 2023 al incluir entradas de hijos de misioneros.

La idea la dio Michelle Wellborn, quien es tercera generación de misioneros de las AD que actualmente sirve en Argentina. Durante años, sus hijos, que nacieron todos en el campo misionero, quisieron compartir sus talentos creativos en el festival. Pero lo hacían imposible miles de kilómetros entre Estados Unidos y sus asignaciones en el extranjero.

Cuando Wellborn, de 45 años, se acercó a Davis para incluir a los HM (hijos de misioneros) en el festival, Davis aprovechó la oportunidad. Con la bendición de los líderes misioneros de Springfield, nació el Distrito de hijos de misioneros, con Wellborn como coordinadora de bellas artes. Gracias a la diligencia y dedicación de estas mujeres, 25 hijos de misioneros de todos los continentes presentaron sus obras de manera virtual este año. Algunos llegaron a la competencia nacional en Ohio.

Wellborn está encantada con esa respuesta, pero su deseo de atraer a los hijos de misioneros al festival va más allá de Bellas Artes. Al vivir en lugares lejanos, estos niños se sienten desconectados de Estados Unidos.

Wellborn explica: «creo que la pregunta que cualquier hijo de misionero odia es, '¿de dónde eres?' porque no te lo pueden decir». Algunos dicen: «Soy de Missouri», y luego otros dicen: «Soy de El Salvador». «Es la pregunta más difícil».

Un distrito para hijos de misioneros alivia el dolor de esta cuestión. Les da un lugar al que pertenecer, ver lo que están haciendo otros estudiantes y validar sus dones creativos para que puedan usarlos para evangelizar.

Quizás lo más importante es que Wellborn cree que el discipulado del festival en las artes creativas tendrá un impacto espiritual positivo en los hijos de misioneros.

«Me encantaría ver que estos hijos de misioneros sepan quiénes son y sepan que tienen algo que dar», dice. «Muchas veces el diablo se aprovecha y algunos se alejan completamente del Señor, no solo del ministerio. Simplemente no pueden encontrarse a sí mismos».

Davis ve la misma necesidad y está dispuesto a ayudar. Ella dice que el festival acompaña a los hijos de misioneros en otros países al igual que lo hace con los muchachos en los Estados Unidos.

«Queremos decir: 'Te vemos. Vemos tus dones. Y ahora permite que te ayudemos a desarrollarte para que puedas implementarlo allí también'».

El Festival de Bellas Artes se celebrará del 5 al 9 de agosto de 2024 nuevamente en Columbus. Wellborn estará allí, atrayendo a más hijos de misioneros. Y Davis estará allí, animando a todos los estudiantes a transformar sus dones de un pasatiempo a una vocación superior.

Ella lo expresa de esta manera: «El Señor está diciendo: 'Escucha, yo te he ungido. Te he dado dones. Ahora úsalos para hablarle a la gente acerca de mí».

Foto inferior: Holly Davis

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Sherri Langton

Sherri Langton, editora asociada de la revista Bible Advocate y la revista electrónica Now What?, es una escritora independiente cuyo trabajo ha aparecido en Enfoque a la familia, Decision, Upper Room, Today's Christian Woman y otras publicaciones. Langstone, que vive en Denver, también ha contribuido a compilaciones de libros.