Luchando contra el azote de la trata de personas
El tráfico de humanos es reportado en las noticias, visto en television, y detallado en documentales. Ahora, mientras que los estimados varían, entre 20 millones y 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la esclavitud moderna. Las mujeres son víctimas con mayor frecuencia, con la alarmante cifra de 1 cada 10 niños hace trabajo forzado.
Enero es el mes nacional de prevención de la esclavitud y la trata de personas. Las iglesias pueden desempeñar un papel fundamental para detener esta epidemia.
ENTENDIMIENTO
La trata de personas tiende a tomar una de dos formas. Alrededor del 68 por ciento son víctimas de la trata laboral. Esto a menudo implica una oferta de trabajo que está llena de falsas promesas y resulta en trabajo forzado o servidumbre por deudas donde la víctima espera pagar la deuda. Las víctimas pueden decir: "No puedo dejar mi trabajo porque le debo dinero a mi jefe." Las víctimas de la trata laboral a menudo son controladas a través de deudas, chantaje, amenazas de violencia o amenazas de perder su hogar, incluso si es precaria. Los reclutadores con frecuencia son miembros confiables de una comunidad inmigrante o incluso un pariente.
El tráfico sexual representa casi el 22 por ciento del tráfico humano. Las víctimas ya están en riesgo regularmente debido a la vivienda inestable o la falta de un hogar, el abuso de sustancias o por ser un joven fugitivo. Una y otra vez son atraídos por falsas promesas de interés romántico u oportunidades para carreras en modelaje o televisión. Las víctimas más jóvenes a menudo abandonan situaciones difíciles en sus familias donde existe la violencia y tal vez ya hayan sido identificados como niños necesitados de asistencia social. Lamentablemente, parte del tráfico sexual sucede por miembros de la familia de la víctima, especialmente cuando un familiar tiene un trastorno por abuso de sustancias. En los Estados Unidos, el 72 por ciento de las víctimas de trata sexual son ciudadanos estadounidenses.
PREVENCIÓN
Durante el Mes Nacional de Prevención de la Esclavitud y Trata de Personas, el enfoque se centra en la prevención. La mayoría de iglesias no están equipadas para perseguir a las malas personas o rescatar a las víctimas. Pero podemos encontrar formas de servir a los más vulnerables. Santiago 1:27 nos dice que servir a la viuda y al huérfano es la prueba de la verdadera religión. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer:
1. Eduque a sus niños y jóvenes a cómo mantener la seguridad en la red y evitar a sus depredadores. Yo recomiendo usar NetSmartz. Es un recurso confiable producido por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Los juegos, videos y actividades están organizados por edad, e incluso los maestros pueden usar los materiales en el aula.
2. Trabajar como voluntario en programas escolares después de clases. Los jóvenes huyen y se convierten en victimas al alcance de los reclutadores porque no tienen apoyo en su propia comunidad. Los estudios demuestran que tan solo un adulto en quien confíen puede mantener a un joven a salvo.
3. Conozca los signos del trastorno por abuso de sustancias y consiga información de referencia disponible para brindar apoyo. ¡La adicción es curable! Si hay niños en el hogar, esté atento a su bienestar.
4. Descubra qué recursos de salud mental están disponibles en su comunidad. A menudo, las víctimas son más vulnerables porque sufren de depresión y carecen de esperanza. Una buena forma de empezar es hablándoles de la esperanza, pero debe haber un seguimiento y debe ser cultivado.
5. Participe en un ministerio local de apoyo para personas sin hogar. Ayudar a las personas a encontrar viviendas seguras reduce el riesgo. Un hogar es la mejor respuesta a muchos factores de riesgo. Los estudios demuestran que un refugio debe ser temporal. La reubicación rápida es una prevención.
6. De la bienvenida al extranjero. Extienda una mano a la comunidad de inmigrantes. Muchos de nosotros tenemos presupuestos para servir al extranjero en el extranjero, pero a veces no vemos a los que están al lado. Invítelos a sus actividades. Cuando aprenda más sobre sus vidas, tal vez pueda encontrar a alguien atrapado en la servidumbre por deudas.
Junto con la prevención, sepa cómo reportar el incidente y obtener ayuda para una víctima de trafico humano. Si es una emergencia, llame al 911. De lo contrario, llame a la línea directa nacional de trata de personas: 888-373-7888. Puede haber personas en su iglesia que trabajan en servicios públicos que se relacionan directamente con posibles víctimas. Organice una capacitación en su iglesia para involucrar a proveedores de atención médica, servicios sociales, maestros y líderes comunitarios para saber qué buscar y qué hacer cuando vean esto.
Obtenga más información sobre el trabajo del Centro Global para las Mujeres y Justicia de la Universidad Vanguard y sobre la conferencia en marzo, Garantice la justicia yendo a www.gcwj.org. Obtenga más información sobre prevención en el podcast Erradicando el tráfico humano.