Un viaje de 10,000 millas
El viaje de Danesh P. Manik al medio oeste de los Estados Unidos cubrió 10,000 millas. Pero su viaje de fe tomó aún más tiempo, un puente hacia la eternidad que atravesó el abismo cultural y espiritual entre su formación india hinduista y el evangelio de Cristo.
Nacido en una familia Brahman — la casta más alta del hinduismo — se esperaba que Manik siguiera a su abuelo y padre en los deberes sacerdotales de la antigua religión politeísta de aproximadamente un billón de personas. El residente de Mumbai fue a la escuela para estudiar con un gurú hindú.
Pero de manera improbable pero milagrosa, Manik de 53 años de edad hoy pastorea la Iglesia Cristiana Bellevue, una congregación de las Asambleas de Dios en Michigan.
A medida que crecía en su edad adulta, Manik sabía que no quería ser sacerdote hindú. En vez de eso, estudió para convertirse en un ingeniero informático. Lo hizo bien, siendo reclutado y contratado por una empresa que suministra empleados a la industria de la tecnología con rápido crecimiento en los E.U.
En 1989, un emocionado Manik llegó a Lansing, Michigan. Aún siendo la capital del estado, la población de Lansing de 118,000 palidece en comparación con Mumbai, una metrópoli de 12.5 millones.
"Fue todo un choque cultural," recuerda. Sin embargo, Manik se instaló en su nuevo trabajo, haciendo amigos. Un día, un compañero de trabajo lo invitó a una obra teatral de Semana Santa.
"No sabía mucho sobre la fe cristiana en absoluto," dice Manik. “Cuando pusieron a Jesús en la cruz, estaba a punto de irme; ese fue el final, pensé. Luego, Jesús salió de la tumba y los ángeles cantaron."
Un incrédulo Manik pensó que la resurrección tenía que ser inventada, una licencia poética para que el trágico final fuera más fácil de tragar. La señora que lo invitó le explicó que los cristianos basan toda su fe en el hecho de que Jesús resucitó de los muertos.
Poco convencido pero intrigado, asistió a las Asambleas de Dios de Mount Hope para el próximo año. En febrero de 1991, respondió a una invitación al altar.
"No quería perderme esa oportunidad," dice Manik. "Sabía que algo acerca de Jesús era real."
Manik se despertó a la mañana siguiente consumido por el deseo de compartir su nueva fe con otros, incluyendo a sus familiares de la India. En una conversación telefónica, su hermano Kamal en India se desmayó cuando escuchó la noticia de la conversión de Manik.
Sin embargo, Manik persistió, viajando de regreso a la India, donde los miembros de la familia le advirtieron que guardara silencio sobre su nueva fe; su madre, Jyoti, incluso trató de arreglar un matrimonio hindú para él. Manik se sintió obligado a tratar de hablar con su madre una vez más.
Manik agradeció a Jyoti por ser una buena madre, le dijo que la amaba y luego describió cómo Jesús la amaba aún más. Esa tarde, Jyoti aceptó a Jesús como su salvador.
Pronto, la madre de Manik había empacado sus ídolos domésticos y los había arrojado al cercano Mar Arábigo. Finalmente, Kamal, quien inicialmente era escéptico, también creyó en Cristo.
Mientras tanto, Manik regresó a los Estados Unidos, se graduó del Instituto de Capacitación Bíblica Mount Hope en Lansing, conoció y se casó con su esposa, Michele, nativa de Michigan en 1999. La pareja tiene dos hijas, Rachel, 18, y Amanda, 16. Michele dirige el ministerio de niños y de pre-adolescente de la iglesia.
En el 2008, Manik se convirtió en pastor de la pequeña iglesia AD en Bellevue, una aldea rural de 1,300 — siendo más del 96 por ciento blancos — en el sur centro de Michigan. Gradualmente, el recién llegado y la congregación construyeron una confianza en la comunidad al ser voluntarios y liderar proyectos de alcance comunitario.
A principios de este año, Manik viajó a Surinam, una nación sudamericana con una población que posee un cuarto de indios hindú. Se unió al misionero mundial de las Asambleas de Dios con sede en Saginaw, Michigan, Steven Puffpaff Sr., durante las reuniones de junio con pastores y feligreses locales, incluyendo a varios recientes conversos hindúes.
"Encajó en el ministerio con los hindúes como lo había estado haciendo todo el tiempo," dice Puffpaff. "Compartió su testimonio en la iglesia principal de las Asambleas de Dios en Paramaribo, y la gente vino al Señor."
Manik siempre recordará la revelación de la obra teatral de Semana Santa a la que asistió.
"Vine 10,000 millas para encontrar una mejor vida," dice Manik. "En vez de ello, encontré la vida eterna."