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El Espíritu en el Mundo

El compromiso hacia varias prioridades claves permite a los pentecostales tener un impacto continuo y mundial para Cristo.
Es imposible de evaluar con precisión el número de creyentes cristianos pentecostales y carismáticos en el mundo. Los analistas estiman que dos tercios de los más de 100 millones de cristianos de China son pentecostales. Solo Brasil tiene más de 21 millones de creyentes de las Asambleas de Dios, y Corea del Sur tiene más de 3.6 millones. En todo el mundo, las Asambleas de Dios tiene más de 69 millones de adherentes, convirtiéndolo en la cuarta organización Cristiana más grande del mundo.

El enorme número de creyentes llenos del Espíritu en el mundo es el resultado de las misiones y la evangelización, ya que los pentecostales obedecen los mandatos de Jesús de proclamar el evangelio, hacer discípulos y establecer la Iglesia en todo el mundo.

Tratar de evaluar las razones por las que se ha producido un aumento tan increíble a lo largo de los años es un reto. Pero creo que las razones principales es porque los pentecostales priorizan y practican esas prioridades.

LO QUE PRIORIZAN
¿Cuál es el secreto del crecimiento exponencial del Movimiento Pentecostal en el mundo? Los siguientes son cuatro de los factores más notables que creo que son evidentes entre los grupos pentecostales que han experimentado la mayor bendición y crecimiento:

1. Evangelismo apasionado
Jesús declaró claramente que el propósito esencial del empoderamiento del Espíritu es ser Sus testigos. Y aunque el bautismo del Espíritu Santo es un regalo prometido a todos los creyentes, recibir el regalo no es una garantía de que el poder prometido se usará para su propósito previsto.

En Brasil, donde se ha producido un tremendo crecimiento de las iglesias, se enseña a los miembros de las iglesias pentecostales que todo creyente es un evangelista. En Tanzania se encuentra un compromiso similar. Hace muchos años, Mike McClaflin, ex director regional en la región Africana de las Misiones Mundiales de las Asambleas de Dios, preguntó a Immanuel Lazaro, entonces superintendente general de Tanzania AD, por qué los creyentes eran tan fervientes en el evangelismo. Lázaro respondió: "Nunca hemos olvidado el desesperado estado de nuestra perdición — y nunca hemos olvidado el precio que Jesús pagó para salvarnos."

El evangelismo no es solo una persuasión humana destinada a convencer a la gente de unirse a nuestra iglesia. El evangelismo es entrar en el trabajo del Espíritu Santo, que convence del pecado, ilumina las mentes a la verdad de la Palabra predicada, y abre corazones para creer en el Salvador.

2. Entrenamiento con enfoque Bíblico
Los pentecostales son personas tanto del Espíritu como de la Palabra. En las primeras etapas del establecimiento de iglesias nacionales en todo el mundo, los misioneros fundaron escuelas Bíblicas. Hoy, en 252 países y territorios, los misioneros de las AD y las iglesias nacionales han establecido 3,037 escuelas bíblicas y programas de extensión, con más de 162,000 estudiantes.

Los líderes nacionales capacitados son cruciales para el desarrollo de iglesias nacionales fuertes que propagan el evangelio, multiplicando creyentes y que envíen misioneros a los no alcanzados de otras naciones.

3. Buscar intencionalmente el bautismo del Espíritu Santo

En una ocasión entrevisté al pastor David Mohan, que dirige la Asamblea de Nueva Vida en Chennai, India, una congregación de 50,000 personas, y es presidente de la Fraternidad Mundial de Asambleas de Dios. Mientras el pastor Mohan describía el crecimiento de la iglesia, expresó lo esencial que es el bautismo del Espíritu Santo para una congregación comprometida con el evangelismo. Le pregunté cómo ofrecía oportunidades para que las personas fueran bautizadas en el Espíritu, especialmente con múltiples servicios y un tiempo muy ajustado.

Explicó que cada mes su iglesia tiene un "Domingo del Espíritu Santo." Al comienzo del servicio, da instrucciones breves a aquellos que aún no han recibido el bautismo del Espíritu Santo. Luego son llevados a una gran sala de oración. Durante el resto del servicio, los trabajadores del altar llenos de Espíritu que han ayunado y orado en preparación, oran con las personas para recibir. El pastor Mohan informó que, como resultado, 200 personas en promedio son llenas del Espíritu cada mes.

4. Oración ferviente y fiel
Posiblemente porque las iglesias pentecostales de otros países suelen tener pocos recursos financieros, los creyentes son más fervientes y fieles en la oración, ya que dependen y esperan que Dios actúe en sus circunstancias

Cuando se le preguntó cómo su iglesia había experimentado un crecimiento tan grande, la respuesta del pastor Mohan fue sencilla: "Oramos." Una pausa incómoda siguió esta respuesta de una palabra, por lo que expandió ligeramente su respuesta. "Siempre oramos," dijo.

Hace varios años entrevisté al pastor Jean Pawentaoré, antiguo superintendente de las Asambleas de Dios de Burkina Faso, que ahora cuenta con más de 1.1 millones de miembros. Burkina Faso es uno de los países más pobres de África.

El pastor Pawentaoré dijo: "No tenemos mucho dinero, pero tenemos algo más valioso. Tenemos tiempo. Tenemos tiempo para orar — y vemos milagros."

En Tanzania, otro país pobre en África, la Fraternidad de las Asambleas de Dios ha plantado 3,042 iglesias y a aumentado en más de 400,000 miembros en los últimos tres años. Barnabas Mtokambali, superintendente general, atribuye este crecimiento a la oración. Lo escuché hablar en un servicio de capilla de un instituto bíblico en Estados Unidos.

"Me he fijado en su amplia biblioteca," dijo, "y estoy seguro de que tiene muchos libros sobre la oración en su librería. Sé que tienen muchos videos y otros recursos sobre la oración. Pero tengo que decirte que todos esos libros, vídeos y recursos son inútiles — ¡a menos que ores de verdad!"

El evangelismo eficaz comienza con la oración y se mantiene con ella. Sin atajos. Ni alternativas.

CÓMO PRACTICAN ESAS PRIORIDADES

En unidad de espíritu, mente y propósito
La palabra griega homothumadon se usa sólo 12 veces en el Nuevo Testamento, y 11 de esas referencias están en el Libro de Hechos. A menudo se traduce como "de acuerdo" y se refiere a un grupo que está unido en espíritu, mente o propósito. Cuando los seguidores de Jesús estaban en este tipo de unidad el Espíritu fue derramado en el día de Pentecostes.

Igual como los primeros Cristianos, nuestros fundadores de las Asambleas de Dios estaban unidos en espíritu, mente y propósito. En los primeros dos Concilios Generales formativos, la palabra “cooperación" fue especialmente prominente.

En el primer Concilio, resolvieron "procurar una cooperación más perfecta... en el envío de misioneros." En el segundo Concilio, hicieron esta dramática declaración:
"Nos comprometemos a nosotros mismos y al Movimiento del Señor a obtener el mayor evangelismo que el mundo ha visto jamás. Nos comprometemos a cooperar de corazón, a orar y a ayudar para este fin."

"Una cooperación más perfecta" relacionada con la eficiencia. "Cooperación sincera" relacionada con la eficacia. La difusión del Evangelio durante los 108 años transcurridos desde que se adoptó esa segunda resolución ha superado con toda seguridad las esperanzas y expectativas de aquellos primeros lideres.

Un grupo de creyentes, unidos en una causa común y comprometidos con la cooperación, pueden lograr mucho más en el reino de Cristo de lo que sus mejores esfuerzos pueden producir individualmente.

Con fe dependiente y expectativa
Como los primeros misioneros de las Asambleas de Dios dispersos por todo el mundo, llevaron consigo esta convicción: El mismo Espíritu que les empoderó y dotó para ganar a los perdidos hará lo mismo entre las personas que fueron enviadas para proclamar el evangelio y establecer la Iglesia. Esto no era un compromiso igualitario con la igualdad humana social, política y económica, sino una fe firme en el poder que Dios nos prometió. Era una fe dependiente y expectante en Dios y sus promesas.

El poder del Espíritu equipa a los creyentes para servir al Señor en el ministerio más allá de sus capacidades naturales. Ser pentecostal significa básicamente depender del equipamiento del Espíritu y de la intervención divina. Si ministramos sin la actividad divina de Dios, lo que hacemos puede ser bueno, pero no será pentecostal. Como pentecostales, dependemos, contamos y esperamos que Dios actúe más allá de nuestras acciones.

El historiador Everett Wilson afirma en su libro La estrategia del Espíritu que los pentecostales "no pueden atribuir sus éxitos a sus amplios recursos materiales, a una profunda visión teológica, a una piedad ejemplar, a habilidades administrativas superiores o a líderes extraordinariamente sabios o carismáticos."

El crecimiento del Movimiento Pentecostal se le atribuye al propio Espíritu Santo. El Espíritu unifica, motiva, equipa y envía a los mensajeros de Dios para lograr Sus propósitos en el mundo. Los esfuerzos divinamente bendecidos de las personas comunes que están unidas por Él y que dependen y esperan Su bendición y empoderamiento continuarán cumpliendo la misión de Dios en el mundo debido a que "Él es capaz de hacer mucho más abundantemente de que todo lo que pedimos o pensamos, según el poder que trabaja dentro de nosotros" (Efesios 3:20, RV1960).