La puerta abierta de Dios: El testimonio de un misionero
Hace unos años, tuvimos la interesante oportunidad de ayudar a un plantador de iglesias y su equipo a realizar reuniones al aire libre en Posadas, Argentina. Se realizaban esfuerzos para conocer a la comunidad y trabajar con los niños locales, pero la iglesia no tenía un edificio. Sin embargo una mujer con pocos meses de embarazo ofreció su patio delantero para nuestros servicios. Pusimos sillas en el camino, predicamos el evangelio y oramos por la gente durante tres noches.
Durante el fin de semana, varias personas aceptaron a Cristo, incluida la mujer que nos permitió usar su propiedad para la evangelización. Hasta ese momento, no nos habíamos percatado de que había estado al borde del suicidio; sin embargo, cuando entregó su vida a Jesús, ¡Él la transformó en una persona rebosante de gozo! Dios salvó milagrosamente dos vidas ese día: unos meses después, la mujer dio a luz a una niña.
Después de esa pequeña evangelización, el plantador de iglesias tuvo acceso un terreno cercano. Hoy, él pastorea una creciente iglesia de las Asambleas de Dios allí. Cuando regresamos a Posadas para ministrar a esa congregación, saludamos tanto al pastor como a la mujer que había recibido a Cristo en la evangelización. Ella sostenía la mano de su hermosa hija de 3 años, Brittany, y le puso ese nombre debido al misionero que ministró el fin de semana en que fue salva. ¡Nos maravilló verla crecer en el Señor y aún llena de su gozo!
Mateo 4:16 (RV-1960) dice: «El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció». Esa mujer estaba atrapada en la oscuridad, como aquellos a quienes Jesús les predicó originalmente. Cuando le predicamos el evangelio, ¡Jesús la sacó de la sombra de la muerte a Su glorioso reino!
Nos gusta predicar el evangelio al aire libre. Durante años, el Señor ha usado este método de evangelización para salvar personas en toda Argentina, y ha confirmado la Palabra a través de sanidades, señales y prodigios. Esto ilustra que cuando el pueblo de Dios está dispuesto a ir y proclamar las buenas nuevas, Él honra y multiplica esos esfuerzos. Él está esperando que la Iglesia haga brillar su luz sobre millones de personas en todo el mundo que se encuentran en la oscuridad y la desesperanza, al igual que esa mujer y su hija.
Este artículo apareció originalmente en la revistaWorldview . Usado con permiso.[PhotoGallery path = "/sitecore/Media Library/PENews/Photo Galleries/Favuzza"]