Iglesia rural y Convoy responden a las necesidades locales del COVID 19

La pandemia afecta a todos. La emisión de noticias a menudo muestra cómo el COVID-19 está afectando a las ciudades principales, pero aquellas en las zonas rurales también son muy afectadas. Las escuelas se siguen cerrando, los despidos aún suceden y la gente todavía se siente aislada — quizás aún más.

Carl Long es muy consciente de las dificultades que enfrentan las comunidades rurales. No solamente es el pastor de la Asamblea de Dios Iglesia LIFE en Humansville, Missouri, sino también es el alcalde de la ciudad.

"Me dijeron que iban a cerrar nuestra escuela y tenemos alrededor de 360 estudiantes allí," dijo. “Todos ellos califican para recibir un desayuno y almuerzo gratis. Entonces supe de inmediato que a muchos de esos niños les iban a faltar comidas.”

Carl, su ciudad, y su iglesia han trabajado en estrecha colaboración con la Iniciativa Rural de Compasión de Convoy de Esperanza por años. Juntos, hemos encontrado formas de ayudar a las personas en Humansville, y los resultados han sido transformadores.

"No estábamos haciendo las cosas mal, pero había algunos pequeños ajustes que necesitábamos hacer y esa capacitación nos ayudó a ver esas cosas."

Incluso con esos cambios, la comunidad enfrenta desafíos. "La única tienda de comestibles que hay aquí cerró en septiembre del año pasado," dice Carl. “Y, entonces, lo único que tenemos como fuente de alimentos, o artículos de abarrotes, es un Dollar General. La cual es muy limitada. Ellos están haciendo todo lo mejor posible para mantener las cosas almacenadas.”

A medida que las repercusiones del virus comenzaron a afectar su ciudad, Carl sabía que podía recurrir al Convoy de Esperanza para obtener ayuda.

“Terminamos con una camioneta llena. Estas eran 12 paletas de suministros. Tenía un equipo de alrededor de una docena de personas listas para descargar el camión y comenzamos a clasificarlos.”

Se corrió la voz rápidamente sobre la distribución. En poco tiempo, los autos se alinearon calle abajo. Los equipos llevaron los alimentos y suministros empacados a cada automóvil y —con la distancia social adecuada— distribuyeron alimentos a docenas de familias en poco más de una hora.

"Fue muy divertido. Escuché muchas risas, muchos cortes y bromas,” dijo Long.

La iglesia también envió un camión de suministros de limpieza y bocadillos a un hogar de ancianos local para sus residentes. También enviaron más suministros a un segundo hogar de ancianos en la ciudad, y planean hacer otra distribución la próxima semana.

"Hay tantas personas lidiando con la ansiedad y la incertidumbre," dice Carl. “Y para mantener una cara sonriente y poder darles un poquito de algo ... que le quita ese ese dolor. Es crítico."

Este artículo se publicó originalmente en el sitio web de Convoy of Esperanza. Usado con permiso.