Sobreviviendo en el epicentro del COVID-19
Mientras que el Empire State lidera la nación con 383,324 casos del virus COVID-19 y 24,551 muertes hasta el 14 de junio, las 336 iglesias de la Red Ministerial de Nueva York (NYMN) sobreviven con historias inspiradoras.
"Aunque el mundo que nos rodea ha sido sacudido como nunca antes visto, el Señor sigue en el trono," dice Duane P. Durst, superintendente de la NYMN y miembro del Presbiterio Ejecutivo de las AD.
Durst, de 70 años, contrajo el virus al asistir a la reunión de la junta directiva de Misiones Mundiales de las AD el 11 y 12 de marzo en Springfield, Missouri. El transmitió el virus a su esposa Beverly, de 68 años, cuando regresó a su casa. Un alguacil de la policía apareció en su puerta emitiendo una orden para que se quedaran en casa hasta ser dados de alta por un juez. La multa por violar la orden era una multa de $2,000 dólares y tiempo en la cárcel.
Además de la debilidad y el agotamiento, Durst sufría de dolores de cabeza y de las articulaciones. Los Dursts se recuperaron después de pasar 27 días en cuarentena domiciliaria.
"A Dios nunca se le agarra desprevenido," dice Durst. "Si ir al cielo es lo peor que nos podría haber pasado, no está mal."
Nueva York ha sostenido la mayoría de casos y muertes de todos los estados de la nación. COVID-19 ha tomado la vida de cuatro lideres con credenciales de la NYMN y cinco cónyuges de lideres con credenciales.
Mientras tanto, todos lo diez miembros del personal de la Asamblea de Dios Bellerose en el condado de Queens contrajo el virus. También lo hicieron más de 25 de sus 800 feligreses. Cinco murieron, incluyendo Naomi Morales, de 59 años, una diaconisa.
"Me preguntaba si alguna vez volveríamos," dice el pastor principal Dominick J. Cotignola, de 44 años. "Me sentí indefenso."
Sin embargo, Dios reveló formas creativas de ministrar en línea desde el ático y la sala de Cotignola. La vida de oración de la iglesia también se incremento con sesiones nocturnas en línea, dando testimonios de sanidad y más personas alcanzadas con el evangelio. Algunos familiares, que viven en otros estados, de los miembros de la iglesia reconocieron a Cristo como su Salvador. Los nuevos espectadores locales en línea reportaron interés en asistir a los servicios.
La iglesia creó un fondo especial de benevolencia para enviar cheques a los desempleados. Recientemente, Bellerose pagó a un restaurante para que preparara cenas calientes de alitas de pollo, papas fritas y mazorcas de maíz para su distribución gratuita a través del auto servicio en el estacionamiento.
Cotignola y el personal están agradecidos de haberse recuperado sin necesidad de hospitalización.
El dice "El virus nos ha mostrado nuestra necesidad de ser más dependientes de Jesús y el Espíritu Santo."
Steve Milazzo, pastor principal de la Asamblea de Dios Belén en Valley Stream, en el condado de Nassau, ha organizado estudios bíblicos virtuales y enseñanza práctica para niños, jóvenes, adultos jóvenes, apoyo en el duelo, además de la Universidad Grow para entrenar nuevos cristianos en el liderazgo.
Más de 700 feligreses participan semanalmente. Hasta 250 personas se unen en una reunión vespertina de oración diaria en linea.
En asociación con Convoy de Esperanza, Belén AD y su red del Día de la Esperanza con 30 iglesias locales sembraron compasión en la comunidad que los rodea. El convoy envió varios camiones con remolques cargados con alimentos, agua y productos de desastre. Las donaciones adicionales incluyeron ropa de niños, mochilas para bebés, libros cristianos y Biblias.
El gimnasio de Belén AD se convirtió en un almacén y el santuario en un centro de distribución. Hasta mayo, 60,000 libras de bienes han sido donadas, con otras 90,000 libras programadas para los Días de Esperanza de junio, julio y agosto. Más iglesias de Nueva York, Nueva Jersey, Delaware y Rhode Island se unirán al esfuerzo este verano.
Milazzo, de 57 años, ve la pandemia como un llamado de atención para volver a la oración ferviente y al arrepentimiento.
El dice "Dios tiene nuestra atención ahora y debemos presionar el botón de reinicio."
La Iglesia Vida Real, fundada por Reggie Stutzman, de 48 años, y su esposa, Ibelsa, esparce semillas de esperanza alrededor de la zona de Hunts Point, asolada por la pobreza, en el sur del Bronx de la ciudad de Nueva York.
"Atendemos a nuestros vecinos y a los nuevos pobres que se expanden y que se enfrentan a la pérdida de empleos debido al cierre por el coronavirus," dice Reggie Stutzman, un misionero candidato a las Misiones de los EU y presbítero de la sección Bronx/Manhattan/Westchester de la NYMN.
Los martes por la mañana, se forma una fila de tres cuadras en el Centro Pródigo, una extensión caritativa sin fines de lucro de Vida Real.
Operando desde un antiguo taller mecánico, el centro distribuye alimentos enlatados y otros productos alimenticios a unos 800 residentes, incluyendo a los vagabundos y a las familias en los refugios públicos. También se ofrecen Biblias en inglés y español.
Una mujer lloró poniendo latas de atún y frijoles en su bolsa, revelándonos que no le quedaba comida en su apartamento.
A medida que los casos de coronavirus y las muertes en Nueva York disminuyen de manera significativa, las restricciones en las iglesias se están aliviando, permitiendo reuniones del 25 por ciento de capacidad del santuario o un máximo de 25 personas a la vez.
Durst subraya una pasión reavivada por la oración y el evangelismo entre las iglesias de las AD en Nueva York, y los esfuerzos renovados para mejorar las plataformas en línea para alcanzar a más personas con el evangelio.
"Dios tiene todo bajo control," dice, "Dios hace su mejor trabajo cuando estamos en problemas."
Foto: Los residentes locales reciben bienes necesarios en el Centro Pródigo en el sur del Bronx.