La violencia disminuye después de la oración
Varias ciudades de todo el país han estado al límite este año debido a los disturbios civiles provocados por el racismo, especialmente desde la muerte de George Floyd que se encontraba en custodia por la policía de Minneapolis.
Las tensiones se extendieron de nuevo tras el tiroteo del 23 de agosto de Jacob Blake, un hombre negro de 29 años, por la policía en Kenosha, Wisconsin. Un video de 21 segundos que se hizo viral mostró a Blake rodeado de oficiales y baleado por la espalda siete veces. Él está paralizado desde la cintura hacia abajo.
Las protestas estallaron en Kenosha y en otros lugares después del tiroteo, lo que llevó a la NBA a posponer sus partidos. Durante las tres noches siguientes, los manifestantes quemaron varios negocios en el área Uptown de Kenosha, lo que hizo que el gobernador Tony Evers enviara las 250 tropas de la Guardia Nacional a la ciudad.
Aunque Kenosha permanece en toque de queda, la violencia cesó en gran medida tres días después del enfrentamiento inicial. Kevin S. Taylor, pastor principal de la Iglesia Journey en Kenosha, dice que no es una coincidencia. Taylor es uno de los 15 pastores de la ciudad que se reunieron para orar el 27 de agosto en Harbor Park en la costa del lago Michigan. Posteriormente, 300 personas realizaron caminatas de oración por la ciudad, intercediendo por la protección de Dios, según Taylor, de 60 años.
"Creemos que el poder de la oración fue el catalizador para que Dios pusiera un manto de paz en la ciudad," dice Taylor, que lleva 16 años en el liderazgo de la iglesia. "Hemos visto que Dios ha venido de maneras asombrosas después de los disturbios iniciales."
La mega iglesia tiene una reputación por sus buenas obras en la comunidad de 100,000 residentes situada a medio camino entre Milwaukee y Chicago. Taylor cree que Dios preparó a la Iglesia Journey, que tiene 3,000 asistentes en cuatro localidades, para la crisis actual.
En el 2017, después de consultar con Convoy de Esperanza, la Iglesia Journey creó un equipo de asistencia a los desastres voluntario (DRT) para manejar posibles emergencias en el área. En los meses siguientes, el equipo se ha ocupado en los estragos causados por las catástrofes como incendios de estructuras, inundaciones e incluso el COVID-19. Cerca de 100 voluntarios —el 80 por ciento de ellos adherentes a la Iglesia Journey — son parte del equipo.
En los últimos días, el equipo de asistencia a los desastres (DRT) de Journey dispensó comida en las zonas más afectadas por los disturbios, así como al equipo de primeros auxilios. El equipo de Journey también cerró con tableros las tiendas en un esfuerzo por proteger los negocios de los saqueos.
IGLESIA EN LAS CALLES
Mientras los equipos de oración se movilizaban por la ciudad el 27 de agosto, el pastor ejecutivo de la Iglesia Journey, Jon A. Brown, quien ha sido parte del personal de la iglesia por 19 años, ayudó a organizar un servicio de oración y alabanza a seis cuadras del juzgado, donde ocurrieron los disturbios iniciales.
Un trío de líderes ministeriales —Charles Karuku, Joshua Lindquist y Ben Krey— que pasaron dos meses dirigiendo reuniones de avivamiento en las calles de Minneapolis tras la muerte de George Floyd, dirigieron el servicio de Kenosha. Los equipos de evangelización de las iglesias de Chicago, Milwaukee y Racine, Wisconsin, vinieron a apoyar la iniciativa. Un equipo de alabanza multi étnico, compuesto en su mayoría por miembros de la Iglesia Journey, dirigió el canto, lo cual atrajo a las multitudes.
"Teníamos la iglesia justo ahí en el Parque del Centro Cívico, fuera del juzgado," dice Brown, de 42 años. "Hicimos muchas oraciones por la unidad, la paz y el perdón. Le pedimos a la comunidad afroamericana y a la gente de color que nos perdonaran por el pecado del racismo."
Karuku, que es moreno y dirige la Iglesia de Alcance Internacional, una congregación multi-étnica en Burnsville, Minnesota, predicó un mensaje de reconciliación. Una docena de personas respondieron a una invitación para aceptar a Jesús como su salvador y 10 fueron bautizados en un tanque bautismal movible.
Entre los bautizados se encontraba una joven afroamericana que había gritado a través de un megáfono haciendo el esfuerzo de interrumpir el servicio. Uno de los pastores la llevó a la fe en Jesús; Brown y Karuku posteriormente la bautizaron a través de lágrimas.
"Fue uno de los momentos de bautismo más poderosos que he experimentado," dice Brown. "Era como el Libro de los Hechos."
Brown dice que las reuniones semanales de avivamiento continuarán en ese lugar en un futuro próximo.
EL MINISTERIO CONTINÚA La Iglesia Journey continuará trayendo restauración a través de la organización sin fines de lucro que creó la iglesia llamada 1Hope, la cual está encabezada por el pastor ejecutivo de la iglesia Bob W. Griffith. Múltiples iglesias son parte de la iniciativa 1Hope para transformar vidas.
"Dios nos preparó para responder en este momento," dice Taylor. "Nuestra misión es restaurar el área de Uptown." Dice que los grupos de Journey han establecido un evento para recaudar fondos para el área de Uptown y han reunido a más de 1,000 voluntarios para ayudar con limpieza y restauración.
La Iglesia Journey es una congregación predominantemente blanca, reflejo de la población total de Kenosha, que es 75 por ciento anglosajona. Sin embargo, las personas de color son parte del personal de la iglesia, de la junta de diáconos y de la DRT, todo lo cual Taylor cree que ayudó en las secuelas de los recientes acontecimientos.
Se ha pedido a Taylor y a Griffith que formen parte de la Comisión de la Alcaldía para la Reconciliación Racial a fin de abordar problemas sistémicos en las áreas de la educación, la aplicación de la ley, la economía y el desarrollo de futuros lideres.
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