Alcanzando al Valle del Río Grande
Como hijo de la tercera generación de una prominente familia de las Asambleas de Dios en Ciudad Victoria, capital del estado Tamaulipas de México, Nepthali Zozaya fue preparado para recibir la batuta del ministerio de tres décadas de sus padres. A los 18 años, dirigió la juventud de las AD de la ciudad. A los 20, se convirtió en líder juvenil del distrito noreste de las AD de México.
Pero Zozaya sintió que al construir sobre la fundación ministerial de su familia sería cómodo, Dios tenía otras ideas. Entonces oró: Señor, llévame a algún lugar donde pueda verte, solo tú y yo.
El Señor respondió dándole una abrumadora carga para alcanzar al Valle del Río Grande de Texas. Eso significaba ir como misionero y empezar de cero.
Zozaya tenía mucha carga. A diferencia de sus tres hermanos, nació en México y no tenía la ciudadanía estadounidense. Las visas en los Estados Unidos son casi imposibles de obtener. No tenía suficiente dominio del idioma inglés para predicar.
Zozaya solicitó una visa de trabajador religioso estadounidense y reconoció que, verdaderamente, había recibido un favor sobrenatural. En el 2014, la congregación de las AD Comunidad Cristiana Emanuel en Edinburg, Texas, una ciudad con una población en crecimiento de 101,000, lo eligió como pastor de jóvenes. Emanuel, la segunda iglesia plantada por Octavio y Sarai Luna, comenzó en el 2006. De Emanuel han nacido tres otras congregaciones en menos de 10 años.
Zozaya describe a los Luna como instrumentos de Dios para su confirmación, apoyo e influencia sobre él. Bajo el liderazgo de Zozaya, Refresh Youth creció a 120. En el 2015, Zozaya se casó con Sarai, también de su ciudad natal en México. Ella cantaba en el equipo de adoración de Emanuel.
El Señor llamó a Zozaya a la cercana McAllen, una ciudad con solo dos iglesias AD, cada una con 100 adherentes y servicios en su mayoría en español. Sin embargo, Zozaya reconoció que los jóvenes en McAllen, una población de 143,000, prefieren el inglés, un idioma con el cual no había ministrado.
“La mayoría de la gente piensa que porque es el Valle, solo se debe hacer en español,” dice Zozaya. "Pero si hacemos eso, estábamos perdiendo familias que se sienten más cómodas en inglés,"
En el 2019, los Zozayas asistieron a la Red de Multiplicación de Iglesias para un Entrenamiento de Capacitación y Lanzamiento, que los equipó con conocimiento y apoyo de la red para plantar una iglesia con Fundos de Emparejamiento Mutuo también financiados por CMN y AGTrust.
Nepthali dice que el Espíritu Santo puso el código postal 78501 en su corazón.
"La llaman ‘ciudad del apartamento,'" dice Zozaya de esa zona de McAllen." "Ves todo tipo de estados sociales — personas con muchas necesidades, pero también personas con buenos ingresos." Incluso esas personas podrían decir: "No necesito tu ayuda." Pero sí necesitan el evangelio."
A finales de febrero del 2020, él y Sarai condujeron a 78501, salieron de su coche, se consagraron ante el Señor, y oraron por dirección.
Su iglesia en Edinburg parecía segura y le proporcionaba un salario. En contraste, el tomar riesgos es aterrador. Pero más allá de las preocupaciones habituales que implica la plantación de iglesias, una semana después, COVID-19 se convirtió en una palabra familiar. El Valle del Río Grande se convirtió en un punto de interés para el nuevo coronavirus.
La pareja decidió obedecer la carga en sus corazones. A su vez, dicen que Dios afirmó Su llamado con 1 Reyes 17 y 18 sobre el profeta del Antiguo Testamento Elíseo, la sequía y la viuda que le proporcionó comida. A medida que los Zozayas se movían en fe, una madre soltera les dijo que Dios la había movido a que les entregara comestibles.
Los Zozayas conocían a poca gente en los alrededores. Con su pequeño equipo, empezaron a golpear las puertas y encontraron personas sorprendentemente receptivas. En noviembre del 2020, la pareja, ahora con su hijo bebé, Ithiel, lanzó la iglesia hija bilingüe de la la Iglesia Ancla bajo la cobertura de Emanuel. La asistencia dominical es de alrededor de 45.
“Dios honra la plantación, tener una visión,” dice Zozaya, quien es asistente del director juvenil del Distrito Hispano del Golfo de Texas. "Es bueno decirle a Dios: Cualquiera que sea tu visión para mí, estoy dispuesto a correr el riesgo."
Eddie de la Rosa, superintendente del Distrito Hispano del Golfo de Texas, aprecia a Zozaya.
"Si tuviera 10 Nepthalis —con el deseo, la pasión y la visión que él lleva— seriamos un distrito tremendamente fuerte," dice Zozaya.
Maricela Hernández, la secretaria tesorera del distrito, señala que cuando creció en la sección de las AD que incluye a McAllen, nadie intentó plantar congregaciones de las AD allí. Los programas de iglesia existentes eran solo en español.
"Se requiere esfuerzo en ser bilingüe, pero Nepthali no tiene miedo de hablarlo y cometer errores," dice Hernández. "Sabe que el Señor le ha llamado a llegar a una generación, y si no es bilingüe, no podrá cumplir con ese llamado."
Además, los Zozayas comprenden la importancia de las redes sociales en su generación. La Iglesia Ancla está activa en Instagram y Facebook.
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