La adicción se encuentra con la transformación a través de una pareja del ministerio Teen Challenge para adultos y adolescentes
El director de Adult & Teen Challenge, Jim Lowans, y su esposa, Kathie, han dejado que Dios los use para ver como vidas atrapadas en la adicción son transformadas por Dios.
Justin, un estudiante sobresaliente de una zona rural de Pensilvania, sentía que las lecciones no lo desafiaban y que se aburría en las clases. Un día, mientras buscaba algo más excitante, le ofrecieron drogas: en específico, cocaína. Al poco tiempo esta manera de aliviar el aburrimiento tomó el control de su vida.Debido a su dependencia a la Esclavizado por su adicción, Justin terminó en una instalación de Adult & Teen Challenge (ATC) liderada por el misionero estadounidense Jim Lowans. Fue libre de su adicción por la gracia de Dios en el transcurso de un año y se destacó en el currículo del programa, y justo cuando se graduó se inscribió en la universidad. Continuó su doble especialización en Vanderbilt University, al graduarse con los mayores honores, formó una familia y se convirtió en profesor.
«Hay muchas historias milagrosas, pero la de Justin realmente destaca», dice Jim.
LA HISTORIA
Antes de convertirse en misionero estadounidense de ATC, Jim y su esposa, Kathie, pasaron 15 años como pastores de niños en Chicago. En 1997, un pastor, amigo de los Lowan, que recién se había mudado a Rehrersburg, Pensilvania, para convertirse en director del Teen Challenge local, llamó a Jim y le pidió que trabajara con él.
Jim y Kathie, sabían que esto era de Dios, se mudaron a Pensilvania y comenzaron a buscar el nombramiento como misioneros de EUA, y Jim asumió el cargo de pleno derecho en 2002. Como querían hacer más, los Lowan dejaron el centro de Rehrersburg y compraron una antigua residencia de ancianos. Usaron el edificio para iniciar un centro Teen Challenge para adolescentes y lo administraron durante siete años antes de mudarse a Neosho, Missouri, donde Jim se convirtió en el nuevo director de ese centro.
El tema del Adult & Teen Challenge center en Neosho es simple: ponemos la esperanza al alcance. Jim reconoce que no se puede obligar a las personas a cambiar, incluso si sabes que una persona está haciendo algo autodestructivo.
«Pasaba horas intentando convencer a los adictos de que necesitaban ayuda; pero eso no funciona», suspira. «Todo lo que puedo hacer es brindar un lugar de esperanza a la gente. Ellos deben decidir si se aferrarán a esa esperanza».
¿EL QUÉ?
«No estamos en el negocio de la rehabilitación, estamos en el negocio de la transformación», dice Jim. Si bien Adult & Teen Challenge se enfoca en ayudar a hombres, mujeres y niños afectados por la adicción, los Lowan creen que hay algo más importante que eso. «El objetivo es que nuestros estudiantes tengan una experiencia que los transforme tanto que luego salgan y alcancen a otros», explica Kathie. «Estamos tratando de crear discípulos que creen discípulos».
Para lograr esto, Adult & Teen Challenge del centro y suroeste de Missouri requiere que cada persona que ingresa a un centro entregue por completo su vida al programa. Si bien estar en el programa cristiano es algo voluntario, deben sumergirse en una rutina con una intensa disciplina al ingresar al programa. El horario semanal está lleno de estudios escolares, aprendizaje de habilidades para la vida y valores cristianos, asistencia a servicios varias noches a la semana, terapia laboral y más.
Los estudiantes también tienen la oportunidad de evangelizar a través de la música al unirse a un coro. El grupo viaja a iglesias, canta canciones de adoración y comparte sus testimonios. «Muchos de los hombres nunca han cantado antes, y los que sí lo han hecho claro que no cantaron las canciones que cantamos aquí» se ríe Jim.
PRIMROSE
Kathie también trabaja en Adult & Teen Challenge como directora corporativa de mujeres de Primrose Hill, un centro ATC que los Lowan fundaron en Clark, Missouri, hace ocho años.
«No había ningún lugar al que pudieran ir las mujeres adictas con hijos y que les permitiera traer a sus pequeños», dice Kathie. Ahora ubicada en un terreno en las afueras de Columbia, Missouri, la casa de 1,800 metros cuadrados sirve como un lugar para rehabilitar y discipular a mujeres necesitadas en el Medio Oeste.
«La instalación tiene una atmósfera más parecida a un hogar que la de Neosho», dice Kathie.
Aun así, la mayor parte del currículo es el mismo que el del centro para hombres. Parte del programa de terapia laboral para mujeres es una microempresa llamada Prim Goods, un fabricante de primera calidad de productos para el cuerpo y bañarse. Después de ser producido, la mujer que elabora el producto lo firma. Esto brinda a los compradores la oportunidad de orar por la mujer mientras está en el programa.
«La ética laboral y las habilidades comerciales que las mujeres aprendan las ayudarán a proveer para ellas y sus hijos», explica Kathie.
¿POR QUÉ?
Puede que muchos cristianos que no han experimentado de manera personal con la adicción tengan dificultades para comprender el «por qué» detrás de la adicción, lo que los lleva a una actitud crítica en torno al abuso de sustancias.
«Demasiadas personas tienen la mentalidad de 'ellos tomaron sus decisiones y merecen cosechar lo que sembraron'», dice Jim. Explica que las personas que experimentan adicción a menudo no empiezan a consumir drogas sólo por diversión.
Una escuela secundaria local le pidió a Jim que trajera a algunos hombres para compartir sus historias con los estudiantes y sus padres. Un joven, de unos 18 años, intervino durante la reunión.
«Podría ser tu hijo», dijo, al mirar al otro lado de la habitación. Continuó diciendo que era un jugador de fútbol estrella. Durante un partido, sufrió una lesión importante que conllevó que le recetaran oxicodona para aliviar el dolor. Nunca había aceptado una oferta de drogas en una fiesta, ni las consumía de manera recreativa, pero ahora era adicto a los analgésicos.
«El abuso de drogas y alcohol es una elección personal, sí, pero no es algo tan blanco o negro», explica Jim. «Lo que los cristianos deberían hacer es ayudar, orar y apoyar a los adictos, no juzgar».
LA CAJA DE HERRAMIENTAS
A Jim le gusta explicar el proceso para salir de Adult & Teen Challenge del centro y suroeste de Missouri mediante la analogía de una caja de herramientas. Explica que cada persona que viene al centro recibe una hipotética caja de herramientas brillante. Pero está vacía. En el momento de la graduación, el estudiante todavía tiene la caja de herramientas en la mano, pero ahora está llena de herramientas: las habilidades que ha aprendido.
«Cuando regresen a casa, tendrán que decidir qué harán con su caja de herramientas», les dice Jim a los estudiantes. Si los graduados utilizan su caja de herramientas, las habilidades y los recursos que se les brindan cada día en ATC, tendrán éxito. Aquellos que «esconden su caja de herramientas» no lo tendrán.
«La analogía de la caja de herramientas es tan cierta para mí como para los estudiantes. Aunque puede que no luche contra la adicción, sí lucho con otros pecados», dice. «Si no confiamos en Jesús y solo confiamos en nuestras propias fuerzas, todos fracasaremos».
Jim conoce la tragedia de ver a alguien fracasar y, en algunos casos especialmente difíciles, sufrir una sobredosis y morir. Aun así, dice que usar tus herramientas (la oración diaria, la lectura de la Biblia, la comunión con otros creyentes y confiar a plenitud en Cristo) es la única manera verdadera de evitar el fracaso.
Uno de los graduados de Jim servía en su comunidad como capellán voluntario de la prisión y predicaba a los reclusos. Cuando entró en la cárcel una noche, los reclusos comenzaron a aplaudir, emocionados de escuchar «al predicador predicar».
Sin embargo, esta vez, al predicador se lo llevaron esposado. Lo habían atrapado vendiendo drogas. «Esa experiencia me ayudó a comprender con plenitud lo que significaba utilizar todas las herramientas de mi caja de herramientas», le dijo a Jim. Con la ayuda del Señor y su caja de herramientas, el hombre fue liberado y se convirtió en pastor.
CAMBOYA
Jim tuvo otra oportunidad durante su estancia en Pensilvania. Un donante del centro para adolescentes se le acercó y le habló de un misionero al que apoyaba y que dirigía un orfanato en Camboya. El gobierno local había pedido al misionero que acogiera a los niños que vivían en las calles y eran adictos al pegamento, ya que era perjudicial para el turismo. Al no saber cómo ayudar a los niños adictos y con el temor de que pudieran introducir la adicción a otros niños, el misionero tuvo que negarse.
Como el donante sabía que Jim trabajaba con niños adictos, le pidió que fuera al orfanato para ayudar. «No estaba en contacto con Misiones Mundiales en ese momento y solo había viajado hasta El Salvador, así que este fue un gran salto», dice Jim.
El viaje resultó fructífero y al final condujo a la creación de un programa Teen Challenge en Camboya. Aunque no estaba seguro de cómo hacerlo, Jim quería ayudar más en los países vecinos. «Si abres puertas, las atravesaré», oró sentado en un hotel camboyano una noche.
No pasó mucho tiempo antes de que Dios respondiera la oración de Jim. El director regional de Asia Pacífico de Global Teen Challenge se jubiló y, en 2010, Jim fue nombrado director regional de Global Teen Challenge de Asia Pacífico. A Jim, que ahora trabaja tanto en el extranjero como en Missouri, le gusta decir que ha estado «trabajando en ambos lados del charco» durante más de una década.
SETH
Seth llegó al centro de Neosho en mayo de 2011. Justo después de llegar, comenzó a caminar, y era claro que no estaba sobrio. «No puedo hacer esto. Necesito mi billete de autobús. Quiero irme a casa ahora mismo», dijo en la oficina.
Lo que le molestó a Seth fue que no había autobuses circulando en ese momento, ya que un tornado de múltiples vórtices EF5 había azotado a 20 millas de distancia y todo el transporte público se había detenido. Seth decidió quedarse hasta que pasó la tormenta y permaneció durante todo el programa, se graduó un año después y se quedó a trabajar con Jim.
Después de que Seth trabajó en el centro por un tiempo, Jim lo llamó a su oficina. Un pastor en Fiji estaba buscando a alguien que lo ayudara a abrir un centro Teen Challenge.
«Seth, ¿quieres ir a Fiji?» —preguntó Jim.
«Hmm, tendré que orar por eso… ¡Sí, por supuesto!» Proclamó Seth. Durante los siguientes cuatro años, trabajó para ayudar a abrir un centro en Fiji. Ahora ayuda en el centro para mujeres y niños de Columbia como «el hombre de la casa», además de trabajar extensamente con Global Teen Challenge y viajar a Fiji.
EL CRECIENTE PROBLEMA
El problema de la adicción no hace más que crecer con 46,3 millones de personas mayores de 12 años en los Estados Unidos que luchaban contra un trastorno por uso de sustancias en 2021, según la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMSHA). Los Lowan creen que esto se debe a la disponibilidad de drogas, en especial con la legalización de la marihuana en muchos estados.
«Con el tiempo, las personas que fuman marihuana recurrirán a algo más duro», explican.
«No puedo imaginar qué pasaría si no tuviéramos programas como Adult & Teen Challenge», dice Kathie. «Cuando escucho las historias de éxito y veo el impacto que nuestros graduados están teniendo en el mundo que los rodea... hace que cada dificultad valga la pena».