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Congregación de Nebraska tiene una pérdida dolorosa y sanidades milagrosas

La iglesia Northridge se ha mantenido unida a través de circunstancias trágicas y se ha regocijado en sanidades milagrosas este año. La congregación continúa fortaleciéndose en medio del dolor y la alegría, como una familia.
Northridge Church en Grand Island, Nebraska, es una congregación muy unida que cuenta con alrededor de 150 personas. Mark Oberbeck, de 69 años, ha pastoreado la iglesia durante casi 16 años, busca amar en el nombre de Jesús a aquellos de todos los orígenes y en todas las circunstancias.

En abril de 2024, la congregación entró en aguas desconocidas, experimentó tanto una sanidad milagrosa además de lo que Oberbeck describe como «lo más trágico que he experimentado como pastor».

Y, sin embargo, Cristo los ha sostenido.

ERIC

La familia de Eric Czaplewski, de diecinueve años, ha sido parte de Northridge durante muchos años. No le dieron mucha importancia a una infección de oído que desarrolló el joven. Pero cuando de repente sufrió convulsiones y lo llevaron de urgencia a la sala de emergencias, descubrieron que, en un giro extremadamente raro y extraño de los acontecimientos, la infección de oído había llegado a su cerebro. Lo ingresaron en el hospital el domingo, y declararon a Czaplewski con muerte cerebral el martes, y poco después murió.

A lo largo de este proceso, Oberbeck estaba en Tennessee, donde atendía una tragedia familiar, y no podía viajar a casa. En su ausencia, el pastor de Northridge Next Generations (jóvenes y universitarios), Shawn Haffner, y la pastora de niños, Angie Franks, apoyaron a la familia Czaplewski.

«La congregación también dio un paso al frente y comenzó a hacer cosas unos por otros», dice Oberbeck. «Empezaron a ayudar a la familia, a llevar comida, a cuidar a los niños, todo sin que se organizaran ni se les preguntara. Fue maravilloso verlo».

Oberbeck dice que en los días posteriores a la muerte de Czaplewski ha habido necesidad no solo de consuelo, sino también de alivio del miedo, incluido cuando los niños tienen dolores de oído rutinarios. Los miembros del grupo de jóvenes también fueron muy afectados.

La madre de Czaplewski, Rachael, dice: «Nuestra situación me ha enseñado la importancia de asegurarnos de que nuestros hijos tengan una relación personal con Jesús. A nuestros hijos no siempre tienen la promesa de una larga vida, y nunca sabemos cuándo Dios los llamará a casa».

ROSE

Rose Haggard, miembro de la junta directiva de Northridge, había usado un aparato ortopédico para la espalda durante muchos años, sufría un dolor de espalda extremo. Tenía programada una cirugía de espalda, más o menos al mismo tiempo que la enfermedad de Czaplewski, Haggard se sometió a una serie de pruebas para asegurarse de que era lo bastante fuerte para la cirugía. En ese proceso, descubrieron que tenía manchas muy sospechosas en los riñones.

«Empezamos a orar con intensidad», dice Oberbeck. «El enfoque cambió de su espalda a este importante problema renal».

Los médicos realizaron muchos más exámenes y llegaron resultados sorprendentes. Tanto los riñones como la espalda de Haggard recibieron sanidad. Estaba libre de dolor y los problemas renales desaparecieron.

Además de las notables liberaciones de Haggard, otros miembros de la iglesia experimentaron sanidades casi al mismo tiempo, y han continuado las sanidades en los meses posteriores. Posibles cánceres, sufrimientos dentales y óseos, son algunos de los asuntos tratados por Dios.

«Ciertamente, no comprendo todas las 'sanidades'», dice Oberbeck. «Lo que sí sé es que cuantas más personas oramos, más sanidades vemos. Si alguien necesita una sanidad, es responsabilidad de todos orar por esa persona. Si escucho de personas que oran en el vestíbulo, en la cocina, en el santuario o incluso en los baños, me regocijaré de que el cuerpo de Cristo ministre unos a otros».

REDENCIÓN

El 2 de junio, el padre de Czaplewski, Scott, testificó en el servicio del domingo por la mañana. La familia compartió que Czaplewski había estado trabajando mucho, y no había podido asistir a la iglesia con regularidad. Scott y Rachael, que tienen otros cuatro hijos, todos menores que Czaplewski, estaban preocupados por la salvación de su hijo.

Scott compartió ante la congregación de Northridge que, después del funeral de su hijo, fue a su habitación clamó a Dios, preguntó: «¿Está mi hijo en el cielo?»  

Scott dice que sintió una fuerte seguridad de que, de hecho, su hijo estaba con Dios. Dice haber escuchado la voz audible del Señor tan clara que abrió los ojos y se dio la vuelta en busca de quien hablaba.

Mientras Scott compartía este relato durante el servicio matutino, dice Oberbeck, Dios descendió sobre los congregantes de Northridge, y ministró poderosamente.

Scott dice: «Aunque el 'gran' milagro de la sanidad de Eric puede que no sucediera, ocurrieron pequeños milagros a lo largo del proceso. Dios puso en el corazón de nuestra familia una paz que nos ha sostenido en todo momento. Además, Dios dirigió mis acciones sobre cómo manejar una situación tan terrible. Nos mostró amor a través de toda la comunidad, un amor que nunca antes había sentido. Dios se nos reveló cuando más lo necesitábamos».

Aunque no se llevó a cabo una sanidad terrenal para Czaplewski, el consuelo proviene del regocijo en su sanidad celestial, y los congregantes de Northridge continúan su recorrido con valentía en una fe inquebrantable.

«Aunque no puedo explicar por qué Dios no sanó a Eric, sé que todavía está en el trono y sigue sanando», concluye Oberbeck. «Mi teología no se basa en mis experiencias. Se basa en la Palabra de Dios».

Kristel Ringer Zelaya

Kristel Ringer Zelaya se desempeña como gerente de mercadeo de Misiones EUA de las Asambleas de Dios. Anteriormente trabajó como escritora y editora de Misiones Mundiales de las Asambleas de Dios durante más de una década, en numerosos países y culturas. Zelaya también es ministro licenciada de las Asambleas de Dios.