Servicio de avivamiento en la Universidad Estatal de Ohio une a jugadores y ministerios
Los ojos de Kenji Kuriyama se llenaron de lágrimas cuando los jugadores de fútbol americano de la Universidad Estatal de Ohio (OSU) se pararon frente a una multitud de unos 1,500 estudiantes y dieron sus testimonios de cómo Jesucristo había transformado su vida.
Kuriyama y su esposa, Sierra, que son misioneros estadounidenses que sirven con Chi Alpha, dicen que el evento, que se celebró el 25 de agosto, se organizó en un tiempo relativamente corto. Sin embargo, Dios lo ha usado para impactar el campus en múltiples niveles y mucho más allá, ya que el video se ha hecho viral en las redes sociales y Fox News le dio cobertura al evento.
«Estos jugadores de fútbol compartían testimonios legítimos», dice Kuriyama. «Hablaban de cómo el fútbol se había convertido en su ídolo, y de cómo estaban atrapados en la ansiedad, cuestionaban su autoestima y la depresión era cada vez más profunda, y luego de cómo Jesús entró y los salvó de todas estas cosas. ¡Ahora ponen su identidad en Jesús!»
Kuriyama confirma que el evento se originó con jugadores actuales y anteriores del equipo de fútbol de OSU, que luego participaron numerosos ministerios del campus. La intención de la campaña era ver a los estudiantes ganados para Cristo; Uno de los efectos secundarios no planeados fue que unió a los líderes del ministerio universitario en una causa compartida.
Algunos de los otros ministerios que se asociaron para hacer posible el evento incluyeron CRU, Revive, H20, Salt Company y 614 Church, entre otros. Kuriyama dice que ahora se ha hecho buen amigo de varios de los líderes de estos grupos, con planes de posiblemente realizar actividades conjuntas en el futuro.
«El evento en realidad dio a luz a la unidad entre nosotros», dice Kuriyama. «Cuando nos enfocamos en nuestros puntos en común y trabajamos juntos para promover el mensaje del evangelio y guiar a los estudiantes a una relación con Jesucristo, ¡suceden grandes cosas como esta!»
A medida que los jugadores asignaron diferentes tareas a diferentes grupos ministeriales, Kuriyama dice que Chi Alpha fue asignado para promover el evento a través de las redes sociales y en el campus.
«Luego, cuando uno de los jugadores pidió que hubiese alguien por si el Espíritu Santo se movía y la gente quería ser llena del Espíritu y hablar en lenguas», comparte Kuriyama, quien no esperaba escuchar una solicitud como esa. «Bueno, eso era algo que estábamos dispuestos a hacer, ¡así que nos ofrecimos como voluntarios para eso de inmediato!»
En total, respondieron al llamado al altar 62 estudiantes y fueron bautizados en grandes tanques que los jugadores usan para tomar baños de hielo después de las prácticas y la multitud aplaudió y vitoreó, las lágrimas fluyeron con libertad y los estudiantes bautizados se abrazaron entre sí en celebración.
TODO COMENZÓ CON UN CONDUCTOR DE UBER
Aunque la idea del evento solo se originó durante un retiro hace unas semanas, Kuriyama proporciona un contexto más histórico de cómo Dios ha estado obrando.
«Hace varios años, Kam Babb, un receptor de OSU, tomó un Uber para ir al aeropuerto», recuerda Kuriyama, «y durante ese viaje, el conductor del Uber llevó a Kam hasta el Señor. . . ese conductor de Uber, que estaba conectado a un ministerio universitario, decidió discipular a Kam y se convirtió en un cristiano lleno de poder y ardiente, alcanzó a sus compañeros de equipo con el evangelio y guió a algunos a Cristo».
Al conectarse con otros cristianos del equipo, Babb contribuyó a formar un estudio bíblico, que ayudó a los jugadores a mantener su mirada en Cristo. A medida que más jugadores maduraban en sus relaciones con Cristo, crecía el reconocimiento de la importancia de servir a Dios en palabra y acción, lo que al final resultó en el alcance en el campus. De hecho, los jugadores pudieron conseguir 2.000 Biblias, y le ofrecieron una Biblia gratis a cada persona en el evento.
Babb, quien sufrió cinco lesiones de ligamento cruzado anterior durante su carrera en OSU, pero vivió su testimonio ante el equipo, jugó un papel principal en ver cómo el evento evangelístico cobraba vida. También fue uno de los oradores que dio su testimonio. Otros oradores incluyeron al actual receptor abierto Emeka Egbuka, el corredor TreVeyon Henderson, el ala cerrada Gee Scott Jr., el ala defensiva Jaylahn «JT» Tuimolou y el ex corredor de OSU Master Teague III.
LO MÁS DESTACADO
Aunque los testimonios, los cantos y la creciente multitud de estudiantes ciertamente fueron partes increíbles de la experiencia, un momento se destaca entre todo lo demás que sucedió, ya que sin ese momento, pocos hablarían de la evangelización.
«Después de todos los testimonios, Gee estaba allí arriba en el escenario», dice Teague III, «y daba un poderoso mensaje de salvación».
Kuriyama dice que cuando Gee concluyó, pidió que aquellos que quisieran aceptar a Cristo como su Salvador levantaran las manos: se levantaron decenas de manos.
Sin embargo, lo que sucedió después fue un momento crucial. Cuando Gee les pidió a los estudiantes que levantaron sus manos que dieran un paso de fe y se acercaran para orar con ellos, nadie se movió, ni una sola persona respondió.
«Entonces Gee dijo: 'Todo lo que se necesita es una, una persona que quiera aceptar al Señor, para presentarse. . . .,’» Teague III recuerda.
Y fue entonces cuando sucedió. Un estudiante solitario se puso de pie y comenzó a avanzar y la multitud explotó en vítores y aplausos. . . y luego otro estudiante comenzó a acercarse, y otro, y otro y pronto docenas de estudiantes se dirigieron hacia la plataforma para entregar su vida a Cristo.
«Ese estudiante que se acercó, le dio a todos los demás la valentía para hacer lo mismo», afirma Teague III. «La gente estaba tomando la decisión más importante de su vida: seguir a Cristo [...] y luego tuve la oportunidad de bautizar a algunos de los estudiantes. No soy un tipo súper emocional, pero al ver a la multitud adorando y a la gente que se acercaba, me emocioné. Fue en realidad un momento poderoso, y fue increíble ser parte de eso».
Teague III, quien tiene 24 años y todavía espera ser seleccionado por un equipo de la NFL, dice que a aquellos que se comprometieron con Cristo ese día se les ha dado seguimiento y la oportunidad de ser discipulados a través del ministerio de su elección.
«También queremos asegurarnos de comunicarnos con ellos para ver cómo les está yendo en su viaje continuo con Jesús y tratar de ayudarlos a conectarse con un ministerio universitario», dice Teague III. «No se acaba cuando eres salvo, la Biblia dice que necesitamos trabajar en nuestra salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12), y conexión y comunidad, para eso nos creó Dios».
¿QUÉ SIGUE?
Kuriyama, dice al reflexionar sobre el domingo por la noche y el movimiento genuino de Dios que tuvo lugar en el campus, que más tarde esa noche, mientras limpiaban los terrenos, vio a los jugadores de fútbol reunirse en su propio tiempo de alabanza y adoración.
«Lloraban a mares, estaban tan emocionados de cómo el Señor los había usado», dice Kuriyama. «Tienen un corazón genuino para ver a las personas conocer al Señor y ser discipuladas. No tienen tiempo con el fútbol para discipular a la gente, así que pidieron a los ministerios que cuidaran de las personas que vinieron al Señor esa noche».
Como resultado, los ministerios se conectan con los estudiantes, pero también les permiten elegir el grupo que desea discipular, ya sea Chi Alpha, CRU o cualquiera de los otros ministerios del campus.
«Sentimos el entusiasmo y la energía que esto ha creado en el campus, especialmente a medida que se ha hecho viral», dice Kuriyama, quien espera que los ministerios del campus continúen trabajando juntos y con los jugadores para alcanzar a los estudiantes para Cristo.
Y aunque en la actualidad los jugadores están consumidos por juegos, prácticas, películas y estudios, Teague III dice que todavía podría haber otro evento este semestre, con los ministerios del campus incluidos.
«Estamos abiertos a lo que el Señor quiera hacer», dice Teague III. «Si es durante la temporada, puede que no sea con un escenario, sino con una reunión con algo de compañerismo y oración. . . no se trata de hacer crecer ningún ministerio específico, sino de exaltar a Cristo».
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