Una iglesia bilingüe en auge en Bowman
Blanca, de origen guatemalteco, no hablaba inglés, por esto, la trabajadora de limpieza de los hoteles en Bowman de Dakota del Norte, buscó la ayuda de su hermano cuando quiso asistir a la iglesia, pero no pudo encontrar ningún servicio disponible en español. Juntos visitaron Bowman Assembly of God.
César, un trabajador de un campo petrolero, interpretó para Ed M. Kvaale, el pastor, lo que Blanca dice que sintió que el Espíritu Santo le dijo que compartiera: ella debía asistir a su iglesia, aunque no entendiera una palabra del idioma.
Kvaale, de 44 años, se conmovió. Nunca había recibido una palabra o un comentario como el de Blanca en sus 20 años como ministro con credenciales. Kvaale ha ministrado en la comunidad por una década, y ha visto un aumento de hispanos en el condado de Bowman, con una población de 3.000 habitantes. Atraídos por los trabajos manuales de la zona en los campos petroleros y la agricultura, su número había aumentado de sólo 22 en 2000 a alrededor de 160 en el último censo.
«Hemos visto cómo estaban cambiando las cosas en la comunidad», dice Kvaale, quien compartió el mensaje de Blanca con los diáconos de la iglesia justo después de que ella se acercó a él a principios del año pasado. El mensaje de ella, «junto con el sentir del Espíritu Santo en la junta, fue que teníamos que hacer algo con este asunto».
Si bien Blanca sintió que se suponía que debía asistir a Bowman Assembly, que tiene una asistencia dominical promedio de 43 personas, Kvaale respondió de inmediato por medio del uso de herramientas que tenía a mano para ayudarla a comprender los mensajes, anuncios y el resto del servicio. Era demasiado para que su hermano lo interpretara en tiempo real, Kvaale encontró una aplicación de computadora que traducía el inglés al español, la lengua materna de Blanca.
El plan avanzó con algunos tropiezos. «Cuando lo lanzamos por primera vez, estábamos tratando de agregar un poco de español a nuestro servicio. Hicimos lecturas y anuncios de las Escrituras en español e inglés» para los cuatro hispanohablantes que asistían, recuerda Kvaale.
La respuesta: «Dos personas abandonaron nuestro servicio y nunca regresaron», dice.
Sin embargo, nadie más se marchó, y los hispanohablantes que asistieron aumentaron a medida que César invitaba a sus colegas trabajadores petroleros. Pronto Kvaale se dio cuenta de que el grupo necesitaba su propio servicio con mensajes y ministerio adaptados a ellos.
Kvaale se acercó a Liliana Rodríguez, una pastora pentecostal de habla hispana que plantó una iglesia en Dickenson, a 133 kilómetros al noreste de Bowman. Rodríguez comenzó a enviar a dos parejas de líderes latinos en julio durante domingos alternos para servir en la iglesia de Bowman. A su primer servicio religioso en español asistieron cuatro congregantes.
Una pareja, compuesta por Lucy, nacida en Nicaragua, y Joshua, nacido en California pero de padres nicaragüenses. Ambos son hijos de pastores.
Lucy García había sido ama de casa con tres hijos; su esposo era mecánico en los campos petroleros y líder de adoración de Dickenson Church. Ninguno de los dos había imaginado que irían al ministerio, sin embargo, estaban inscritos en clases bíblicas en línea.
Entonces Lucy dice que sintió que el Espíritu Santo le decía que iría a un lugar lejano en un pequeño pueblo donde el Señor la usaría. Un mes después, Rodríguez les pidió que ministraran en Bowman.
Después de que los García llegaran a Bowman, dice Lucy, de 33 años. «Vi la necesidad. Esta gente no tiene a nadie que les predique en español». Ella parafrasea a Isaías 6:8: «Heme aquí. Estoy lista, Señor». [Heme aquí, envíame a mí.]
El boca a boca y los carteles en restaurantes y otros lugares de reunión atrajeron a los hispanos a la iglesia.
En octubre, los García se mudaron a la segunda casa pastoral de la iglesia para continuar sirviendo y haciendo crecer los servicios de habla hispana de la iglesia.
Además de los servicios de adoración y alabanza de los domingos por la tarde y los jueves, comenzaron a organizar estudios bíblicos en español. Casi todos los asistentes regulares eran creyentes en sus países de origen (en su mayoría de Venezuela y Guatemala), aunque algunos se habían descarriado. Una familia de origen no evangélico se enteró de los servicios en español y buscó una salida social. «Ahora son salvos», dice Lucy.
Luego, en febrero, ocurrió la tragedia. El encargado del sonido de la congregación de habla hispana, Rauly Ravelo-Marcano, un trabajador petrolero, murió en un accidente de trabajo. Joshua García ofició el servicio junto a la tumba, al que asistieron más de 100 personas, aproximadamente la mitad de las cuales no eran salvos, incluidos muchos de los colegas de Ravelo-Marcano, tanto de habla inglesa como española. Lucy dice que como resultado varias personas llegaron a la fe en Cristo.
Lucy cree que Dios está obrando en la comunidad.
«Dios nos usará para su gloria. Dije, estoy en tus manos», dice Lucy. «Nos brindará el apoyo que necesitamos para nuestra vida... Yo le creo al Señor que Él lo hará».