Un sueño (centro) hecho realidad

Jody Dow ha tenido grandes sueños desde que era niña. A los 11 años, mientras asistía a los servicios de capilla en su escuela secundaria cristiana, Dow escuchaba a los misioneros compartir sobre su trabajo.

"Había algo diferente en la forma cómo hablaban," dice Dow. "Vieron el trabajo misionero como relacional. Sirvieron con amor y dignidad."

En la universidad, Dow estaba en camino para obtener un título en relaciones personales cuando un viaje para Nashville, Tennessee, en su primer año, cambió su trayectoria. Ahí es donde se encontró con un Centro de Ensueño por primera vez.

"Sentí como si Dios estuviera diciéndome: 'Esto es exactamente para lo que fuiste creada,'" dice Dow.Después de graduarse, Dow se unió al personal de la Iglesia North Point (AD) en Springfield, Missouri. Esto le dio la oportunidad de liderar los alcances comunitarios, aunque sabía que Dios la había llamado para algo mucho más grande.Cuando el pastor Wilfredo "Choco" de Jesús de la iglesia Iglesia del Pacto Nueva Vida (AD) en Chicago visitó North Point, alentó a Dow a perseverar en su sueño dado por Dios y a confiar en los resultados de Él.

"Él me dijo: 'Nunca estarás lista para dar un salto de fe como este,'" dice Dow. "Incluso le dijo a mi pastor que si North Point no abría un Centro de Ensueño para mí, yo abriría uno. ¡Y tenía razón!"

Tener una iglesia como apoyo era importante para Dow, y esta ayudó a abrir puertas. Otra iglesia local se estaba mudando y ofreció a North Point su edificio existente. Esa instalación es ahora el hogar del Centro de Ensueño de Springfield.

El Centro de Ensueño de Springfield es más que un edificio en un vecindario. Es una manera de proveer ayuda para hoy y esperanza para mañana. El ministerio ofrece clases a madres jóvenes y familias, ayudándoles con todo desde exámenes de equivalencia de escuela secundaria hasta conceptos básicos de aprendizaje sobre estabilidad financiera.

Los miércoles en la noche, el Centro de Ensueño ofrece cenas familiares para el vecindario. Otros alcances incluyen fiestas del barrio, despensa de alimentos y un armario de ropa.

"Todos los días, me encuentro con personas que necesitan amor, pero también tienen sueños donde están muriéndose o ya están muertas," dice Dow. "Quieren un futuro para sus propios hijos, pero también necesitan saber que su sueño está vivo y muy bien."

Dow sabe que los sueños que Dios da siempre vale la pena seguir. Un salto de fe nunca es fácil, pero cuando Dios está en medio de esto, el fracaso no es una opción. A medida que el Centro de Ensueño de Springfield continúa cambiando la comunidad, esa realidad es más evidente que nunca.