Una educadora en contra del tráfico humano

COSTA MESA, California — El Centro Global para la Justicia y la Mujer (GCWJ por sus siglas en inglés) en la Universidad Vanguard está en el sur de California, pero la influencia de la directora Sandra L. Morgan se extiende mucho más. Ha sido mentora de estudiantes que ahora trabajan en carreras como supervisores de bienestar infantil, oficiales de libertad condicional y agentes encubiertos de las fuerzas del orden.

Aunque ha recibido muchas ofertas para pasar a empleos gubernamentales mejor remunerados, Morgan sigue siendo una persona con gran energía en el campus, y actualmente está asesorando a ocho pasantes.

“La forma de cambiar la cultura es a través de la educación,” afirma Morgan, quien tiene un doctorado en Estudios Interculturales de la Universidad de Biola.

Morgan también está en busca de edificar los líderes de la iglesia sobre los factores complicados que rodean el tráfico sexual, el tráfico de trabajo y la explotación sexual comercial de los niños. Por esa razón, ella y sus colegas han escrito un manual para ser publicado esta primavera llamado Erradicando el Tráfico Humano: Un Manual de Estrategias para la Iglesia de Hoy.

Según Morgan, tales problemas no se pueden resolver con un solo sermón o un viaje de misiones a corto plazo. Los misioneros que abren casas de recuperación residencial para las víctimas de tráfico a menudo deben esperar años para que el personal tenga la licencia adecuada y el cumplimiento de la normativa gubernamental. Los esfuerzos cooperativos necesitan que los médicos y los agentes encargados del cumplimiento de la ley participen.

“La iglesia necesita una mayor comprensión sobre cómo responder a los problemas de justicia con más comprensión y sabiduría,” afirma Morgan, un ministro ordenado de las Asambleas de Dios. “Muchas personas quieren intervenir como ciudadanos salvadores rápidos cuando se trata del tráfico sexual. No necesitamos a llaneros solitarios que intenten rescatar a las chicas. Necesitamos que las iglesias prevengan en sus propias comunidades.”

La explotación laboral es tres veces más frecuente que el tráfico sexual, según Morgan, y las víctimas se dividen de manera uniforme entre hombres y mujeres. Las tácticas coercitivas incluyen retención de pago, aislamiento físico y abuso físico, verbal o emocional. Los niños de todo el mundo corren peligro mientras trabajan en las plantaciones de cacao, en los campos de algodón, en los barcos de pesca, en las minas de diamantes y en las plantas químicas. Los niños son esclavizados para producir productos baratos para las masas.

Morgan ha aprendido que muchos niños que son explotados ya han sido identificados como en riesgo, sus familias pueden haber recibido servicios sociales y, a veces, el niño es colocado en otro lugar.

“Si un niño crece sano y bien, es menos probable que se convierta en un adulto con problemas,” dice Morgan. "Pero el tráfico es un paraguas para los factores de riesgo que incluyen desempleo, pobreza y discriminación racial."

Aunque la lucha por liberar a la gente de la esclavitud puede parecer interminable, Morgan insiste en el progreso.

"Creo que este es un problema que se puede ganar," dice Morgan. “Nuestros estudiantes están aprendiendo a cómo llevar a cabo una estrategia significativa que resulte en un cambio real.”

A través de GCWJ, los estudiantes de Live2Free se han movilizado para entrenar a 1,200 estudiantes de escuela intermedia y secundaria sobre el tráfico.

CLASE TRANSFORMADORA
Cuando Nick E. Mendoza estudiaba como un futuro biólogo para ser médico, necesitaba una clase electiva para completar su horario, por lo que se inscribió en un curso de trata de personas impartido por Morgan. Cambió la trayectoria de su vida y carrera.

Las clases abrieron los ojos de Mendoza a las duras realidades de males como la violencia doméstica, la explotación sexual de los niños y el tráfico de órganos corporales.

“El problema es muy grande,” dice Mendoza. “Quería participar en la lucha para acabar con la trata de personas, ya sea en la investigación o en la participación sobre el terreno en la iglesia, la escuela o la comunidad.”

Cambió su especialización a sociología — con una especialización en estudios de la mujer — y se convirtió en pasante de GCWJ, que incluía estudios en el extranjero, investigación en Italia sobre la trata. Graduado de Vanguard en el 2015, Mendoza ahora es oficial adjunto de libertad condicional en Fresno, California. Si bien su función principal consiste en garantizar el cumplimiento judicial de personas de alto riesgo, Mendoza ha tenido la oportunidad de ayudar en un caso de trata de personas. Su objetivo es formar parte de una fuerza de trabajo federal que lucha contra el estallido.

"Gran parte de la información que aprendí en los cursos de trata de personas se ha quedado conmigo y las aplico al trabajo diario," dice Mendoza. "No se trata solo de un problema femenino. Todos debemos de intervenir para ayudar a poner fin a la trata de personas.”

Alicia D. Zayas, graduada en el 2008 en idiomas, dice que las clases de GCWJ abrieron sus ojos a las atrocidades que los humanos cometen contra otros humanos, y cómo los cristianos pueden combatirlas. En su último año, Zayas hizo una pasantía de investigación con Morgan en la que trabajó con una sobreviviente de tráfico sexual.

“Inmediatamente supe que me sentía llamada a hacer divulgación y educación contra la trata de personas,” recuerda Zayas. Después de graduarse, pasó un año y medio realizando capacitaciones y presentaciones para el Grupo Operativo contra la Trata de Personas del Condado de Orange.

Desde que obtuvo su máster en la Universidad Estatal de California en Bakersfield, Zayas ha trabajado como trabajadora social clínica autorizada en Visalia. Ayudó a desarrollar pólizas sobre la explotación sexual comercial y programas infantiles para los Servicios Infantiles del Condado de Tulare. Ella y su esposo, Nathan, un tasador de bienes raíces que también se graduó de Vanguard, tienen un hijo, Lorenzo, de 2 años.

Zayas, quien asiste a la Primera Asamblea de Visalia, también es profesor adjunto de GCWJ. Imparte cursos en línea sobre tráfico sexual y explotación sexual comercial de niños. Ella todavía considera a Morgan como mentora.

“La gente debe investigar antes de participar,” dice Zayas, líder del subcomité basado en la fe de la Coalición contra la trata del condado de Tulare. “Requiere mucho trabajo fundamental.”

REDES GLOBALES
Morgan, una capacitada enfermera pediátrica, comenzó a luchar contra la trata de personas en 1,999 después de conectarse con la cofundadora del Programa de Rescate, Beth Grant. Morgan sirvió una década en Grecia como misionera mundial de las AG con su esposo, Jean. Allí, fue testigo de cómo vendían a una niña en una zona turística, lo que la impulsó a comenzar a estudiar el tema y a escribir sobre el tema en la revista en griego Lydia, y más tarde lanzó la Lydia Today Foundation.

En estos días, Morgan es reconocida en todo el mundo como un catalizador para reunir a diversas facciones para abogar por el fin del maltrato a mujeres y niños. En el 2019, el presidente Donald Trump nombró a Morgan al nuevo Consejo Asesor de Asociación Pública y Privada para poner fin al tráfico de personas.

Es reconocida por sus habilidades de colaboración con personas como Philip Kitoto, quien sirve en la Comisión Mundial de las Asambleas de Dios sobre Explotación Sexual, Esclavitud y Tráfico. Un programa de estudios en el extranjero de Vanguard en Nairobi, Kenia, programado para mayo, proporcionará productos de higiene femenina, educación sobre la salud y empoderamiento económico para mantener a las niñas en la escuela. Se está construyendo una fábrica para fabricar almohadillas sanitarias, un factor que permite a las niñas permanecer inscritas en las clases.

La lucha contra la trata de personas y la explotación sexual se amplía cada vez más. Por ejemplo, el abogado estudiantil Matthew J. Holgate está liderando una iniciativa para llevar la conferencia Garanticemos la Justicia a la Nación Navajo en colaboración con la oficina de la primera dama del grupo de nativos americanos.

GCWJ abrió sus puertas en el 2003 y ahora está involucrado en la capacitación de líderes comunitarios, profesionales de la salud, agentes encargados del cumplimiento de la ley y jueces.

“Todo esto comenzó como una asignatura secundaria de estudios de la mujer, pero ha crecido,” dice Morgan, cuyo podcast Erradicando el Tráfico Humano, con más de 260 episodios, tiene oyentes en 140 países. “El mundo de la lucha contra la trata ahora está dominado por los hombres.”

Un certificado contra la trata de personas ahora disponible en Vanguard se enfoca en planes de estudio atractivos para la multitud de desarrollo profesional. Los cursos tienen nombres como Explotación Sexual Comercial de Niños, Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes, y Atención a Sobrevivientes de la Trata de Personas. La escuela acaba de lanzar una concentración en mujeres y justicia como parte de su Maestría en Artes en Estudios de Liderazgo.

Morgan está complacida de que varios pasantes hayan tomado la iniciativa de crear vías para luchar contra el tráfico, como el desfile de modas de comercio justo dirigido por estudiantes, ahora en su sexto año.

"A veces los estudiantes no lo hacen de la manera que yo lo haría, pero lo hacen para que los compañeros respondan," dice Morgan, madre de dos hijas, Angeline y Jeanette.