Ser padre de un graduado
Josh Wellborn, director nacional de los Ministerios a los Jóvenes Adultos de las Asambleas de Dios, ofrece consejos para los padres que están entrando en una nueva temporada después de que sus hijos se gradúan de la escuela secundaria.
Este mes, más de 3.5 millones de estudiantes se graduarán de las escuelas secundarias de Estados Unidos, e iniciarán una nueva temporada para ellos y sus padres. Los padres de graduados a menudo experimentan una oleada de emociones cuando ven a su hijo dar un gran paso hacia la independencia. Para muchos, esta etapa también marca el comienzo de la necesidad de un cambio en la crianza de los hijos: la liberación de áreas en la vida de sus hijos de las que alguna vez fueron los principales responsables.
Josh Wellborn, director nacional de los Ministerios da los Jóvenes Adultos de las Asambleas de Dios, entiende esta temporada, ya que él es padre dos graduados de la escuela secundaria, y ofrece los siguientes consejos para los padres de graduados (o adolescentes mayores) a medida que se convierten en adultos jóvenes.
PASE DEL CONTROL A LA INFLUENCIA
«Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza» (2 Timoteo 4:2, NTV).
Cuando los hijos se adentran en su viaje de adulto joven, es crucial que los padres recuerden que, si bien ya no tienen el control de ciertas cosas, la importancia de su influencia continúa siendo la misma. Esta influencia ya no proviene de tomar decisiones por ellos, sino que proviene del estímulo constante y la verdad.
ESCUCHE SIN ARREGLAR
«Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse» (Santiago 1:19, NTV).
Una diferencia significativa entre la fase de la infancia/adolescencia y la fase de adulto joven de la vida es que, si bien las dificultades y los problemas siguen existiendo, lo que los hijos necesitan de sus padres cambia. En vez de solucionar el problema, estos nuevos adultos jóvenes ahora necesitan una caja de resonancia, alguien que los escuche sin decirles qué hacer. Escuchar crea un espacio para la confianza y la conexión emocional entre los padres y sus hijos adultos jóvenes.
RESPETE SU INDEPENDENCIA
«Instruye al niño en su camino,Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él» (Proverbios 22:6).
La base espiritual que un padre ha establecido para su hijo seguirá siendo importante a lo largo de la edad adulta, pero esta es la parte de la vida de un hijo en la que debe pararse sobre esta base por sí mismo. Si bien renunciar al control del bienestar espiritual de un hijo puede ser un desafío, es importante confiar en Dios y en su fidelidad.
CELEBRE EL PROGRESO POR ENCIMA DE LA PERFECCIÓN
«Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada» (Filipenses 1:6, NTV).
Madurar desde la adolescencia hasta la edad adulta es un proceso. No sucede de la noche a la mañana. En el proceso participa a una persona imperfecta, pero también un Dios perfecto. Celebrar el progreso de un hijo, por pequeño que sea, es una gran manera de alentarlo y, aunque a veces puede ser lento, los padres pueden confiar en que Dios sigue obrando en la vida de su hijo.
MANTÉN LA PUERTA (Y TU CORAZÓN) ABIERTOS
«Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros» (Juan 13:34, NTV).
No importa la edad que tenga un hijo, tener el amor incondicional de un padre sigue siendo importante. Este amor radical crea un espacio seguro para que los hijos crezcan en su nueva piel de adulto joven de una manera que genera confianza y seguridad.
APOYE SU RECORRIDO DE FE
«Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor. 13 Pues Dios trabaja en ustedes» (Filipenses 2:12-13, NTV).
La obra de Dios en el corazón de un niño puede parecer diferente a la de sus padres, pero los padres pueden estar seguros de que su obra es buena y se puede confiar en ella. Nunca es demasiado tarde, y una persona nunca está demasiado lejos para que Dios obre en su vida. No importa dónde se encuentre su hijo en su recorrido de fe, un padre que apoya el recorrido espiritual de su hijo a menudo marcará la diferencia.
MODELE UNA ADULTEZ SALUDABLE
«Y ustedes deberían imitarme a mí, así como yo imito a Cristo» (1 Corintios 11:1, NTV).
Nada es una influencia más poderosa en la vida de un adulto joven que el modelo de comportamiento saludable de los padres. El ejemplo de un padre predica más fuerte que sus consejos. Al modelar las virtudes bíblicas y los atributos saludables de la edad adulta, sus hijos adultos jóvenes están aprendiendo al ver sus decisiones vividas en tiempo real.
ORE MÁS DE LO QUE EMPUJE
«No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho» (Filipenses 4:6, NTV).
La crianza de los hijos es uno de los roles más difíciles pero más gratificantes que una persona puede desempeñar. Sin embargo, las oraciones de un padre llegan a donde incluso las mejores técnicas de crianza no pueden. El poder de un padre que ora no debe ser subestimado; A medida que un hijo se convierte en adulto, su necesidad de padres que oran más grande que nunca.